Por Nicolás Tereschuk
(Especial de NA, ). - La situación de la economía de los Estados Unidos siempre tiene
influencia más allá de sus fronteras y, en la nueva era de Donald
Trump, sigue mostrando dos caras, en el marco de una expansión que
muchos ven con desconfianza.
La revista británica "The Economist" se preguntó en una
reciente nota "cuánto durará" el crecimiento estadounidense y
señaló varios puntos a mirar con atención.
Por un lado, esta semana se conocieron los datos del segundo
trimestre, que muestran a una economía que se expande a una tasa
del 4% anual, lo que llega tras una contracción en la primera
parte del año.
La recuperación es la más débil desde la Segunda Guerra
Mundial, aunque si se miran los últimos años en junio pasado se
completó un período de crecimiento económico de cinco años, más
largo que el promedio de la posguerra, con expansiones de hasta 58
meses.
Paradójicamente, tanta alegría genera desconfianza en los
inversores: si el período de crecimiento es tan largo, "la próxima
recesión podría en teoría estar a la vuelta de la esquina",
subrayó The Economist.
Los expertos se preguntan de dónde surgirá la próxima caída y
nadie tiene una respuesta certera, aunque todos miran a la Reserva
Federal y evalúan si el organismo estará dispuesto a ser el
"verdugo" de esta era de crecimiento.
En ese contexto, no son pocos los que vaticinan un tiempo
relativamente largo antes de que la dinámica capitalista depare
una nueva recesión.
"La inflación es de hecho más baja que la meta de la Fed del 2
por ciento. El gran golpe registrado durante la última crisis
tiene un lado positivo: le ha dado a la economía gran espacio para
crecer", destacó The Economist.
No todos son optimistas, claro: algunos analistas miran con
detenimiento la situación del empleo en la que todavía es la mayor
economía del mundo.
Esta semana se supo que la cantidad de norteamericanos que
piden el beneficio de seguro de desempleo cayó a su punto más bajo
en seis meses; sin embargo la situación no es tan positiva en un
sector clave como el automotriz.
En ese escenario, más allá de las dudas, el promedio de los
analistas creen que la economía estadounidense seguirá creciendo
por otros dos años.
Una encuesta de la agencia Reuters a especialistas arrojó ese
resultado, aunque con algún dato preocupante para la
administración de Trump: los economistas consultados no creen que
la aceleración sea la que espera la Casa Blanca.
El sustento para ese pronóstico más conservador son salarios
que crecen menos que lo esperado y, por lo tanto, un gasto de los
hogares más conservador.
Más allá de las previsiones del mercado, todos los
especialistas saben que las crisis "surgen de la nada" y que
cuando se registre habrá -seguramente- muchos perdedores y unos
pocos ganadores.
La última crisis norteamericana significó el mayor "crack" de
la economía mundial desde la década del 30 del siglo pasado por lo
que conviene estar atento a estos movimientos.