Editorial

Las distintas realidades

Una radiografía de la Argentina actual refleja resultados contradictorios en materia de la economía, mientras en el campo político continúa la crisis instalada a partir de la denuncia de Alberto Nisman contra la Presidenta de la Nación y funcionarios de su Gobierno por supuesto encubrimiento a los iraníes acusados de volar la AMIA en 1994, y que se profundizó con la muerte del fiscal, hace un mes. Así, mientras el Gobierno intenta mostrar que millones de argentinos salieron de vacaciones como un éxito del modelo, los indicadores macro no son alentadores. 

El comercio exterior argentino arrancó el 2015 con fuerte caídas, y en el primer mes del año registró una baja interanual del 18,3%, con un valor de U$S 8.515 millones. "La cifra es baja, si se compara con los U$S 10.930 millones de enero de 2013 y los U$S 10.427 millones del año pasado", indicó al analizar las cifras divulgadas por el INDEC el último martes. Durante enero, el resultado del comercio de Argentina con el mundo arrojó un saldo de U$S 73 millones, levemente superior al de enero 2014. 

En tanto, la producción industrial

sufrió en enero una baja del 5,4% en comparación con igual mes

de 2014, según un informe de la fundación FIEL que se conoció ayer y,

de esta manera, alcanzó un período recesivo de 20 meses

consecutivos.

"Con este resultado, la presente fase recesiva se extiende por

20 meses, constituyéndose en la tercera recesión industrial más

extendida desde 1980 a la fecha", sostiene el estudio. 

En tanto, las economías regionales soportan una aguda crisis, al punto de que productores agrícolas de Santa

Fe y del noroeste enrolados en la CAME solicitaron al Ministerio de

Agricultura la eliminación de retenciones, y el sector automotriz no puede despegarse de los graves problemas que arrastra desde el año pasado y que repercuten en el nivel de empleo de las terminales y las fábricas autopartistas. 

No obstante, las ventas en supermercados

registraron un aumento del 6,8% en enero en comparación con igual

período de 2014, mientras que en los shoppings la suba llegó al

10,8 por ciento, según informó el INDEC en el día de ayer. En la medición a precios corrientes, contemplando el impacto de

la inflación de precios, las ventas crecieron 32 por ciento en los

supermercados, y un 26 por ciento en los shoppings, comparando

enero último con igual mes del año anterior aunque claro está que al tratarse de estadísticas del organismo oficial no generan confianza debido a la reiterada manipulación de datos por parte de los interventores.

Por su parte, el presidente del Banco

Central, Alejandro Vanoli, propuso aplicar una devaluación

"gradual" y se pronunció a favor de "reducir el ritmo de

desendeudamiento" de la Argentina, una de las prioridades al menos en el plano discursivo de la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

El banquero sorprendió al inclinarse por la posibilidad de que el país desacelere su carrera por pagar la deuda externa,

emita bonos en pesos o dólares bajo legislación nacional y vuelque

esos fondos al desarrollo productivo.

Con el frente judicial abierto con los holdouts, el Gobierno necesitará este año la friolera de 53.000 millones de dólares

para afrontar obligaciones: 26.600 millones para bienes de capital

de las autopartistas, los electrónicos de Tierra del Fuego y la

industria química; 11.500 millones de vencimientos de deuda; 6.200

de la energía; 6.000 para el turismo; y 3.000 para el dólar ahorro.  

En su reporte semanal, el Banco Ciudad (de Buenos Aires) consideró que mientras el gobierno continúa utilizando como “anclas nominales” el tipo de cambio y los precios de los servicios públicos con la intención de mantener la inflación en el entorno actual del 2% mensual y sostener una caída menos acelerada del producto, se conocieron en los últimos días números nada alentadores sobre las cuentas públicas.

Así el déficit primario habría escalado a $30.537 millones y el financiero a $39.098 millones en diciembre de 2014, si no se computan como ingresos el financiamiento proveniente de la ANSeS (unos $7.200 millones) y del Banco Central. Con estos números el resultado primario ajustado del sector público nacional no financiero alcanzó en 2014 un rojo de $157.544 millones, esto es un 3.6% del PIB, mientras que el déficit financiero alcanzó los $228.703 millones,lo que representa un 5.3% del PIB. "Sólo como referencia ténganse en cuenta que estos ítems en el 2005 eran superavitarios en un 5.1% y un 3.5% del PIB respectivamente", advierte el Banco Ciudad. 

"Con el año ya cerrado, el rasgo distintivo del 2014 en términos fiscales ha sido la fuerte expansión del gasto público que creció a la increíble tasa del 45% anual, casi 7 puntos porcentuales por encima de la inflación. Esta rápida expansión estuvo impulsada por un fenomenal crecimiento de los subsidios al sector privado, que aumentaron un 59%", alertaron los economistas del Ciudad.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web