Editorial

Las cuentas públicas

Los números de las cuentas públicas continúan estando muy comprometidos, cada vez más. Es que hace rato no se cumplen las "reglas básicas" que había establecido el entonces presidente Néstor Kirchner en su gestión, y que controlaba personalmente: gastar menos de lo que ingresa y sostener a ultranza el superávit. Una metodología que interrumpió décadas de déficits constantes, a la cual se ha regresado en estos años bajo la presidencia de Cristina Fernández, aún admitiéndose que las condiciones no son exactamente las mismas, ya que desde 2008 en adelante el mundo entró en una crisis muy complicada, afectando a casi todos los países de más alto desarrollo del mundo.

Cuando todavía resta un trimestre para concluir 2012, lo que seguramente no alterará las previsiones tomadas, el gobierno estima que una vez pagados los intereses de la deuda, las cuentas cerrarán con un déficit financiero de 34.000 millones de pesos, lo cual ocurrirá pese a contar con la ayuda del Banco Central, de la ANSeS y de otros organismos públicos que en conjunto aportarán 28.000 millones, con lo cual tenemos en consecuencia que el déficit fiscal real estará en el orden de los 62.000 millones de pesos. Un poco más de 5.000 millones de pesos mensuales, o más simplificado todavía a razón de 1.250 millones semanales. Es decir, y para hacerlo todavía más simple: cada mañana el Estado se endeuda en unos 180 millones de pesos para poder sostener su funcionamiento.

El financiamiento de esta enorme masa de dinero se hace con endeudamiento y emisión monetaria, constituyendo esto último uno de los factores centrales para mantener los altos niveles de inflación, ya que no se entiende de otra manera cómo habiéndose enfriado la economía la onda inflacionaria se mantiene elevada. La emisión, que está por sobre lo razonable, es la responsable.

Los números hasta aquí referidos son los que provienen del mismo oficialismo, ya que fueron tomados en esa escala pues el cierre de este año tiene mucho que ver con el presupuesto que fue presentado para 2013. Un dato a tener en cuenta y que da cuenta de cómo se elaboran estas estimaciones presupuestarias, es que para el presente año las cuentas debían cerrar con 1.447 millones de pesos de superávit, cuando en realidad ahora se admite que habrá un déficit de 34.217 millones, sin tener en cuenta los 27.964 millones tomados de otros organismos y que figuran como nuevas deudas, aunque bien sabido es que terminarán siendo un "pagadios". 

Pero existen también otros números que describen una situación aún más complicada de las cuentas públicas. Son las de consultoras privadas, las que estiman que el déficit final que admite el gobierno se queda bastante corto, pues en realidad puede llegar a 55.000 millones de pesos, y que el total con la ayuda del Central y la ANSeS terminará siendo un déficit real de 80.000 millones.

Existen algunos datos que son muy precisos para establecer el tobogán en que se encuentran las cuentas fiscales, y para muestra se recurre a números oficiales, nada de consultoras que puede calificarse de tendenciosas. Este año, en los primeros siete meses, con el aporte de 12.000 millones del Central y de la ANSeS el desequilibrio fiscal ascendió a 13.797 millones. ¿Cuánto había sido de enero a julio en 2011? Pues de 2.366 millones, con lo cual tenemos ahora un déficit que creció a razón de 471%, quedando con absoluta claridad expuesto el notable incremento que van teniendo los desequilibrios. Y como nada indica que en este trimestre que resta para concluir el año puedan darse correcciones, sino que por el contrario el déficit seguirá aumentando, con el agravante que en diciembre se deberá abonar el medio aguinaldo y pagar el Cupón PBI, el balance de cierre será probablemente con un déficit bastante mayor.

El déficit se genera por el exceso de gastos, que son mayores que los ingresos. Lo cual si bien es una simplificación, encuentra explicaciones en el pago de intereses de la deuda, el Cupón PBI, los balances en rojo de las empresas públicas y los subsidios a la energía y al transporte, en los que se fracasó al tratar de eliminarlos a fines del año pasado.

El presupuesto de 2013 prevé un superávit de 587 millones, pero eso también lo estimaban los de 2011 y 2012 que finalmente concluyeron el primero y está por terminar el segundo, con muy distinta suerte.

Autor: Redacción

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