El presidente estadounidense Barack Obama se convirtió hace unos días en el primer candidato inscripto para participar de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, en noviembre de 2012. Es que luego de formalizar su inscripción, hizo público a través de youtube y su página web oficial (www.barackobama.com) y bajo el lema "Comienza con nosotros" su decisión de buscar el año que viene su reelección para el cargo, uno de los de máximo nivel de poder en el mundo.

Debe recordarse que Obama alcanzó la presidencia en medio de una oleada muy favorable, tanto en su país como en el mundo, despertando enorme expectativas tanto por sus anuncios concretos e intenciones, como por su personalidad, conformando una mezcla que llevó su popularidad a límites extraordinarios. Pero eso se extendió por poco tiempo, ya que al no concretarse en la realidad muchas de sus promesas, extendiéndose más de lo supuesto la dura crisis en medio de la cual había asumido, la gestión de Obama comenzó a perder sostén en su propio país, en tanto que en el mundo también se redujo la consideración favorable por algunas acciones relacionadas con la política exterior, que fueron de contramano con sus anuncios.

Economía y política exterior constituyeron entonces sus déficits, por lo cual su popularidad fue cayendo más de lo esperado, aunque justamente ahora ha comenzado a repuntar, aprovechando justo el momento para hacer oficial el lanzamiento de su campaña por la reelección, algo que en realidad no sorprendió demasiado a los que conforman su círculo más estrecho de colaboradores, quienes estaban al tanto de esta posibilidad, que ahora cobró estado público, pero por sobre todas las cosas oficialidad.

Queda claro entonces que quien alcanza el poder, trata luego de retenerlo por todas las formas, buscando la continuidad cuando lo permiten las normas legales -como en este caso en Estados Unidos, cuya Constitución permite una reelección-, y modificando las leyes cuando estas lo impiden, o al menos intentándolo. Justamente sobre esto último tenemos sobrados casos aquí en la Argentina, que tienen aplicación no sólo en las provincias, sino también en la Nación.

Obama es en consecuencia el primer candidato en oficializar su postulación para noviembre de 2012, fecha que está algo más de un año y medio de distancia, pero siendo bueno que algo así ocurra, pues se trata de una característica de previsibilidad muy importante.

En cuanto a la oposición del Partido Republicano, aún no hubo confirmaciones, si bien se ha dejado trascender que la competencia puede estar remitida con exclusividad al ex gobernador de Minesota, Tim Pawlenty, y su ex par de Massachusetts, Mitt Romney, quien pujarán entre si para transformarse en el candidato que le disputará la ocupación de la Casa Blanca a Barack Obama.

Aun cuando los republicanos todavía no tienen candidatos inscriptos, esta avanzada de Obama provocó ya algunas reacciones, especialmente consistentes en interrogantes sobre las acciones que el actual gobernante tiene dispuesto desarrollar en lo que le resta de gestión, que es bastante. Se apunta a los planes de reactivación del empleo, algo que 14 millones de estadounidenses que perdieron su trabajo, aguardan con avidez.

Para la Argentina es toda una incertidumbre en cuanto a la conveniencia o no la continuidad de Obama al frente de la principal potencia mundial, pues si bien las relaciones han sido bien consideradas -excepción hecha de lo ocurrido con el avión que fue retenido y dio lugar a un entredicho diplomático de proporciones cuando en realidad debió ser apenas una infracción aduanera-, que en cambio muy presente el reciente desaire que significó el haber obviado la visita a Buenos Aires en su reciente gira sudamericana que incluyó a países vecinos como Brasil y Chile, lo cual no pudo ser debidamente explicado por la Cancillería, mucho menos digerido por la presidenta Cristina Kirchner.

Los analistas estadounidenses califican como un error de Obama haberse lanzado con tanta anticipación, ya que muchas veces estas campañas presidenciales suelen estar plagadas de obstáculos y más aun cuando se está en ejercicio del poder.

Todo será cuestión de ver como se desarrollan los acontecimientos más cercanos, ya que si Obama tiene un as en la manga con medidas que vayan afianzando la recuperación económica, entonces tal vez pueda disfrutar de una alfombra roja de aquí a noviembre de 2012.