Editorial

La violencia incomprensible

Una sucesión de imágenes divulgadas por el autodenominado Estado Islámico (EI) en la castigada Mosul, la segunda ciudad de Irak, constituyen un golpe al progresismo y al humanismo a la vez que exhiben un salvajismo sin límites al que es capaz de llegar el hombre. ¿Es posible que en pleno siglo XXI una persona pueda ser lanzada desde un edificio al vacío sólo por ser considerada gay, ante la mirada de un nutrido público, y que luego sean difundidas las imágenes de la víctima sin vida contra el cemento de una plaza? ¿En qué cabeza cabe que trece jóvenes hayan sido ahorcados por ver un partido de fútbol por televisión entre las selecciones de Irak y Jordania? Tras el crimen, las autoridades del califato reafirmaron que el fútbol es considerado "haram" (ilícito) conforme a su fundamentalista versión del islam. 

Otros crímenes de este nuevo califato declarado en tierras de Irak y Siria, sin reconocimiento internacional, muestran a 16 combatientes yihadistas ejecutados por huir del campo de batalla. El material publicado en un sitio web, una especie de Órgano oficial de comunicación del EI, incluye las fotografías de dos hombres barbudos con los ojos vendados y atados a una estructura de metal como una suerte de crucifixión. Camaradas yihadistas le disparan un tiro en la nuca en la mitad de una plaza de Mosul. El último de los sangrientos crímenes publicados es la lapidación de una mujer sepultada bajo las telas de un niqab, una prenda negra que cubre todo el cuerpo a excepción de los ojos, en un parque de la ciudad.

Anteriormente, se publicaron videos -que aún se pueden encontrar en sitios informativos de internet- con la ejecución paso a paso, utilizando cuchillos, de 18 soldados del ejército sirio que habían sido atrapados como prisioneros de guerra. 

Así, el EI surgió en una conflictiva región de Asia como hace siglos lo hicieron los otomanos o los árabes. Y con sus conductas criminales reflejan lo peor de lo peor de la humanidad. 

Pero hay otras escenas que advierten sobre esta amenaza para los próximos años. Un llamado permanente para que los yihadistas en Occidente impulsen ataques y atentados, al estilo del cometido contra los integrantes de la revista satírica de Francia, Charlie Hebdo. 

Y en un reciente y estremecedor video difundido por el EI se puede ver a un adolescente ejecutar, empuñando una pistola, a sangre fría a dos hombres arrodillados frente a él. Es una prueba del adoctrinamiento de una nueva generación que puede marcar los niveles de violencia para los próximos años. El aprendiz yihadista, que ronda los doce años, acaba de matar a dos personas acusadas de trabajar para los servicios de inteligencia rusos, dice el EI.

Consultado sobre lo que contaba hacer más tarde, el niño contesta: "Seré el que os masacre, a vosotros los infieles. Seré un muyahidín (combatiente de Dios)". El niño, que dice llamarse Abdalá y provenir de Kazajistán, monta un kalashnikov bajo la atenta mirada de otros de su edad. Los niños también asisten a cursos de religión y árabe, y participan en ejercicios de tiro y en entrenamiento físico. "Son la próxima generación", advierte el narrador.

Charles Lister, analista de Brookings Doha Center, consideró que el EI "ha aumentado gradualmente el nivel de violencia de los niños" en su material de propaganda. "Presentar a niños realizando actos de semejante violencia es una forma para el EI de sugerir que cualquier hombre en edad de combatir debería participar en su lucha armada", explica Lister.

El grupo yihadista inculca la violencia desde la infancia para, según Lister, "crear un entorno que le permitirá seguir reclutando a simpatizantes durante los próximos años". Para el EI, se trata de que su "califato", decretado en junio en los territorios bajo su control en Siria y en Irak, perdure a lo largo de los años. No es el único en usar niños para su propaganda, asegura Aymenn al Tamimi, investigador del Middle East Forum, pero en el caso de esta organización el mensaje cobra especial importancia debido a que "se presenta como un verdadero Estado".

Actualmente, el grupo yihadista publica fotografías propagandísticas en las que figuran niños. Una de ellas muestra a un grupo de niños enmascarados, con ropa de camuflaje y kalashnikov en mano posando delante de la bandera negra de la organización. En otra imagen, se ven dos fusiles kalashnikov cerca de un joven que va calzado con botas que le quedan muy grandes. Más recientemente el grupo difundió dos fotografías de niñas con velo y kalashnikov en mano. Este adoctrinamiento ideológico y la participación en actos violentos tienen consecuencias psicológicas dramáticas para los niños, estima Jeffrey Bates, portavoz de la agencia de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Irak. Esto planteará un grave problema a Irak dentro de unos años, porque "estamos hablando de miles y miles de niños".

Autor: REDACCION

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