Internacionales

La violencia antinorteamericana se mete de lleno en la campaña

WASHINGTON, 13 (AFP-NA). - La ola de violencia contra Estados Unidos en el mundo musulmán, que le costó la vida al embajador norteamericano en Libia, aporta un elemento potencialmente peligroso tanto para el presidente Barack Obama como para su rival republicano Mitt Romney de cara a las elecciones.

El mandatario condenó rápidamente los hechos violentos ocurridos el martes, que le costaron la vida al embajador Christopher Stevens y prometió que los autores de este "escandaloso" ataque no quedarían impunes.

Antes, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo comprender que se preguntara cómo una tragedia podría ocurrir "en un país que ayudamos a liberar, en una ciudad que habíamos salvado de la destrucción".

Después de haber dudado sobre intervenir en las revueltas de la "Primavera árabe", a principios de 2011, Estados Unidos decidió apoyar la salida de hombres en el poder desde hacía más de 30 años, especialmente en Egipto y en Libia.

Pero un año después de la caída de Muamar Gadafi y, a pesar del establecimiento de nuevas instituciones, Libia está lejos de la estabilidad. Y en Egipto, país que sigue aún con brotes de violencia -incluido un ataque contra la embajada estadounidense el martes-, los islamistas Hermanos Musulmanes están ahora están en el poder.

Autor: Redacción

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