Donald Trump, el presidente saliente de Estados Unidos, le exigió a Brad Raffensperger, secretario de estado de Georgia, que "busque" los votos que sean necesarios para anular la victoria en ese estado del mandatario electo, Joe Biden.
"Washington Post" publicó el domingo en su web extractos de audio de una conversación de más de una hora entre Trump y Raffensperger, la máxima autoridad electoral de Georgia y que, como el gobernante, pertenece al partido republicano.
En la conversación, Trump comienza halagando a Raffensperger, para luego rogarle que actúe con urgencia. Ante su negativa, lo amenazó con llevarlo ante la justicia y presentar cargos criminales en su contra, al tiempo que le avisó que estaba corriendo un "gran riesgo" al no aceptar sus peticiones.
En paralelo, el nuevo Congreso de Estados Unidos asumió sus funciones el domingo en medio de una gran expectativa por la definición de la mayoría en el Senado y por la promesa de una sesión agitada mañana miércoles, en la que se sellará la victoria del presidente electo Joe Biden.
No obstante, al menos 12 senadores y unos 140 legisladores planean oponerse a la ratificación del triunfo de Biden durante la sesión del Congreso programada para este 6 de enero, lo que forzará un voto sobre el resultado electoral.
Más femenina y diversa que nunca, la Cámara de Representantes dominada por los demócratas se volvió a reunir para la jura de sus integrantes, todo bajo un protocolo sanitario reforzado. A continuación se designó a la presidenta del Senado y el cargo volvió a recaer en la hábil estratega Nancy Pelosi, pese al rechazo de algunas voces del ala izquierda del partido.
"La gente de Georgia está enfadada, la gente del país está enfadada. Y no hay nada malo en decirlo, ¿sabes? Creo que te han fallado los cálculos", se le oye decir a Trump en una de las grabaciones a las que tuvo acceso el "Washington Post". Ante ello, Brad Raffensperger, respondió: "Bueno, señor Presidente, el desafío que usted tiene es que sus datos están mal".
En otro tramo de la conversación, Trump fue más directo y dijo: "Mira, lo que quiero es que busques los 11.780 votos, porque ganamos ese estado". Trump se valió de esa cifra porque Biden le ganó por 11.779 votos en el estado sureño de Georgia, que contribuye con 16 votos al Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al Presidente de Estados Unidos.
A lo largo de la llamada, Trump detalló una lista exhaustiva de teorías conspirativas y fake news para respaldar su posición. Afirmó, sin pruebas, que había ganado Georgia por al menos medio millón de votos. Y descargó un aluvión de afirmaciones que ya han sido investigadas y refutadas: que miles de muertos votaron; que un trabajador electoral de Atlanta escaneó 18.000 boletas falsificadas tres veces cada una y que el "cien por ciento" de esos votos fueron para Biden; además que miles de ciudadanos que actualmente viven fuera del estado regresaron ilegalmente a Georgia solo para votar en las elecciones.
"Entonces decime, Brad, ¿qué vamos a hacer? Ganamos las elecciones y no es justo quitárnosla así", advirtió Trump. "Y va a ser muy costoso en muchos sentidos. Y creo que tienes que decir que lo vas a reexaminar, y puedes reexaminarlo, pero reexaminarlo con personas que quieran encontrar respuestas, no con personas que no quieran encontrarlas", continuó el mandatario saliente en tono cada vez más amenazante.
El propio Trump confirmó en su cuenta de Twitter que habló con Raffensberger el sábado. "No quería o podía responder a preguntas sobre el fraude. ¡No tenía ni idea!", aseguró. La respuesta de Raffensperger no se hizo esperar: "Con todo el respeto, Presidente: lo que está usted diciendo no es cierto. La verdad saldrá a la luz".
Este martes Georgia celebra elecciones, que decidirán quiénes serán los dos representantes que ocuparán los dos asientos que corresponden a ese estado en el Senado.
En teoría, los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler son los favoritos para retener sus bancas. Pero sus oponentes demócratas apuestan al impulso creado por la victoria de Biden en noviembre para dar el batacazo.
"La batalla es dura, pero una victoria demócrata es posible", dijo Stacey Abrams, una estrella en ascenso del partido demócrata nacida en Georgia, donde trabajó duro para promover el acceso de los votantes negros al sufragio.
El electorado negro, que se espera que desempeñe un papel decisivo, fue alentado por Kamala Harris, quien se convertirá en la primera mujer y primera persona de una minoría en acceder a la vicepresidencia el 20 de enero.
De acuerdo a la Constitución, ella tendrá el poder de definir las votaciones en el Senado si los demócratas vencen en Georgia y dividen la Cámara Alta en 50 escaños por lado.