Suplemento Economía

La tregua que no fue

Por Nicolás Tereschuk


La comida que compartieron Donald Trump, Xi Jinping y sus planas mayores en Buenos Aires dejó la foto de una tregua en la llamada "guerra comercial" que estaba muriendo al nacer.

Luego se conoció que en el mismo momento en que tenía lugar esa reunión en el Palacio Duhau, la Policía canadiense arrestaba, por pedido de las autoridades estadounidenses Wanzhou Meng, la jefa de las finanzas e hija del fundador de la compañía china Huawei Technologies.

Por si caben dudas de que la "guerra" entre Estados Unidos y China no es sólo comercial, sino por la primacía mundial, la ejecutiva enfrenta una acusación por parte del país del Norte por intentar burlar las sanciones financieras dictadas contra Irán.

La "tregua" de Buenos Aires, que la Casa Blanca anunció como temporaria, ya que otorgaba 90 días de plazo para continuar las negociaciones bilaterales e intentar desactivar una suba de aranceles de Estados Unidos a los productos chinos sufrió el lunes un nuevo retroceso.

Fue cuando, ante el silencio de las autoridades chinas, Trump utilizó las redes sociales para señalar que aún no se había alcanzado un "verdadero" acuerdo y que si no se llegaba a lograr, él estaba dispuesto a que las barreras comerciales se alcen aún más.

Los tuits del presidente estadounidense, quien se definió como el "hombre arancel" hicieron derrumbar las bolsas en todo el mundo.

Detrás de bambalinas, los grandes jugadores del dinero internacional ya advertían a sus clientes que no creyeran en la foto de Buenos Aires.

Así, en una nota dirigida a inversores, JP Morgan señaló: "No parece que se haya acordado nada en la cena (entre Trump y Xi) y los funcionarios de la Casa Blanca se contorsionan como pretzels para reconciliar a los tuits de Trump (que parecen si no completamente fabricados, fuertemente exagerados) con la realidad".

De hecho, el número uno de JP Morgan, Jamie Dimon, quien se reunió también en Buenos Aires con el presidente Mauricio Macri antes del inicio del G20, dio a conocer luego su visión pesimista sobre un posible acuerdo entre China y Estados Unidos.

"No hay manera que uno pueda ver la complejidad de estas negociaciones comerciales en 90 días", señaló Dimon al hablar en una conferencia organizada por Goldman Sachs.

El hombre clave de Wall Street dijo que sus expectativas no son demasiado altas: "que anuncien que logren avances para continuar negociando", aunque no mucho más. Dimon insistió con la necesidad de resolver "estos temas muy, muy serios que nosotros y el resto del mundo tiene con China sobre el comercio".

En ese contexto, la agencia internacional Bloomberg insistió con que el "premio" de la "guerra" entre Estados Unidos y China no tiene precisamente que ver con el comercio sino con "el dominio de la industria tecnológica". Advirtió que el arresto de la ejecutiva de Huawei se relaciona con una supuesta venta de tecnología a Irán.

"Es la segunda gran empresa tecnológica acusada de violar esas sanciones: la primera fue ZTE en 2017. Estados Unidos castigó a ZTE prohibiéndole comprar componentes estadounidenses -sobre todo chips telefónicos", subrayó.

ZTE pagó una multa y las sanciones se levantaron, lo que también podría hacer Huawei, pero el medio internacional resaltó que "estos episodios revelan la dependencia de las compañías chinas de tecnología norteamericana crítica".

"Estados Unidos todavía hace -o, al menos, diseña- los mejores chips de computadoras del mundo. China ensambla gran cantidad de productos electrónicos, pero sin los insumos cruciales de tecnología estadounidense, estos productos realizados por empresas como Huawei tendrían mucha menor calidad", puntualizó.

Al tratarse de una situación estructural y por la supremacía tecnológica, lo que también incluye a dispositivos de uso militar, de lo único que podemos estar seguros es de que los episodios de choques entre ambas potencias continuarán. (Especial de NA)



Autor: Nicolás Tereschuk

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