Para los consumidores tecnológicos este 2012 que transita sus últimos días resultó ser muy productivo e innovador. Desde el boom de las tablets encabezado por el ipad, hasta la aparición de los productos smart, todo hizo que las promesas de consumo programadas para este año se cumplan y se superen.

¿Pero qué es lo que hace tan interesante a este tipo de productos? Una vez más para estas respuestas debemos ir a la fuente: nuestro consumidor. El es quien marca las tendencias, a través de sus propios deseos, es quien determina cuál será el próximo paso. Y es función de las empresas y sus departamentos de investigación y desarrollo saber interpretar y lograr las soluciones a las demandas del mercado.

Cuando analizamos el fenómeno “smart” ya habíamos hecho referencia a los cambios de los consumidores: los usuarios actuales tienden a ser más innovadores, a relacionarse intensamente con lo nuevo y, sobre todo, estar siempre comunicados y conectados.

Sin embargo, si analizamos con mayor profundidad esta situación, seguramente coincidamos en que estos cambios no sólo se deben a deseos / expectativas / demandas de los consumidores, sino también a un incesante avance de la tecnología. Indudablemente ambos fenómenos van de la mano, se potencian entre sí. Por un lado encontramos a un consumidor cada vez más exigente y más informado que está a la caza de la última novedad. Y por el otro a empresas que saben interpretar y buscan aportar cada vez más valor del que los consumidores desean.

En este último punto es donde las organizaciones también aspiran a construir una ventaja competitiva y tratan de diferenciarse con mayores cualidades y cada vez más tecnología aplicada. Hasta hace un tiempo el café expreso sólo se servía en cafeterías (exceptuando consumidores privilegiados) pero hoy en día es un clásico tecnológico que de a poco va entrando a nuestros hogares.

Como el término “innovador” no es suficiente para describir el perfil (atributos y diferencias) de todos los consumidores, Intel desarrolló un estudio dado el incremento de las ventas de PC portátiles. De esta forma determinó cinco tipologías de consumidores según su vínculo con las computadoras, los definió como:

  • instrumentados,

  • inmersos,

  • vinculados,

  • fascinados y

  • evolucionados.

Por sus características particulares, están desde aquellos que sólo usan la tecnología para facilitar y agilizar su vida pero que no la idolatran hasta aquellos donde el universo tecnológico es su hábitat. En este último grupo se coloca a las generaciones que nacieron inmersos en ella (algo así como nativos digitales).

La relación que las distintas franjas etarias establece con los artículos tecnológicos configura, de alguna manera, tipos de productos. Mientras los adultos mayores hoy se compran un celular para no aislarse pero sin dar importancia a las prestaciones del aparato -se conforman con poder hablar y enviar mensajes de texto-, los adolescentes buscan teléfonos que les permitan, simplemente, poder hacer todo.

Obviamente que el nivel en el que se encuentra la persona con respecto a la tecnología (una publicidad de una cadena de electrodomésticos se refiere a un nivel de “rusticidad” para definir el vínculo entre un analfabeto digital y los productos innovadores) también depende del entorno social en el que se mueve.

Cuando una persona llega a un determinado nivel de necesidades, sus deseos tienen que ver con productos mucho más específicos que generen satisfacción personal pero también status. Por caso, para muchos jóvenes en la actualidad el status se mide más por el celular que por el automóvil.

Desde el punto de vista de las organizaciones, hoy día es una obligación -para mantenerse con vida en un escenario hiper competitivo- distinguir aquellos atributos y tendencias que se están dando en el mercado para luego desarrollar y ofrecer el producto que esperan o exigen los consumidores. Aquellas compañías que mejor lectura realicen de lo que necesitan o desean los usuarios de la tecnología capitalizarán mayores ganancias.

"La innovación distingue entre un líder y un seguidor" afirmó el célebre Steve Jobs. En este sentido, estas palabras pueden aplicarse tanto en el plano de las personas como en el nivel de las empresas.