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"La Sapo" cautivó al público y lo dejó con ganas de más

Por Fiorella Martina

“La Sapo” es una obra en proceso que consta de partes, de fragmentos, de anécdotas escondidas bajo tierra y reveladas por una luz que quema, que encandila. “La Sapo” es la abuela de Ignacio, la esposa del abuelo tan querido por todos, la imagen de su amiga, María Ester. “La Sapo” es un suspiro, una poética interrumpida, un último quejido en el silencio.
Entre la tierra y los escombros estaban, en escena, Ignacio y su abuela reconstruyendo un pasado que apenas se podía dilucidar. El público, sin saberlo, fue cómplice de esa historia, de aquello que era secreto, hasta que la abuela habló. El Museo Municipal “Usina del Pueblo” fue el marco de esto que sucedía en un rincón, a un costado. Con su oscuridad, sus máquinas enormes y su propio pasado, este espacio tejió alrededor de todos un ambiente lúgubre y misterioso. Si hay algo que permitió esta 17ma edición del festival fue reconocer que los espacios alternativos brindan una dinámica diferente para cada espectáculo, una frescura potente que resignifica el trabajo actoral y el esquema de la puesta en escena.
Los actores jugaron con la luz, con reflectores que movían a su antojo, que clavaban en la tierra. Se iluminaron entre ellos, cada uno a su tiempo, para contar una parte del horror, aquella que nadie sabía, pero todos intuían. La labor de Eva Bianco fue admirable; con un camisón y el pelo largo, revuelto, le dio vida a esa abuela atravesada por la historia, por un presente dañado por un ACV. Por su parte, Ignacio fue testigo de aquello que escuchó cuando vivió con ella tres meses. Él protagonizó su vivencia, eligió contar, en este proyecto, lo que dijo su abuela cuando recuperó la voz. El guión fue extremadamente poético; coqueteó con las repeticiones, con ese abuelo que, como un fantasma, se escabullía de la verdad.
La tierra en escena tapaba los restos, los ocultaba; la pala que ambos tenían en sus manos los removía. Los pocos elementos que se utilizaron fueron más que suficientes para colaborar al hilo de la historia. Una historia que no llegó a su fin, que dejó al público con la intriga, con esas ganas de saber un poco más. Conmovidos, aplaudieron hasta que los actores se despidieron.
Para entrar en contacto más de cerca con esta obra, La Opinión sostuvo un diálogo con Ignacio Tamagno, quien detalló el origen del proyecto: "La Sapo surge a partir de una dramaturgia que hice en torno a una memoria familiar, en torno a una experiencia singular que tuve tiempo atrás con mi abuela. Es un texto que escribí durante la pandemia. Luego se lo compartí a la actriz, Eva Bianco, con quien decidimos llevarlo adelante”.
Este trabajo demostró el compromiso de los artistas y su talento. “Es muy fuerte y muy hermoso para nosotros estar en el festival de Rafaela. Vine varias veces cuando era más chico, como técnico de una compañía y luego pude venir como actor. Ahora estoy presentándome con una obra que es creación mía, como director y dramaturgo… Eso me llena de muchísima alegría. Es una oportunidad genial. La Sapo es una obra que estamos creando en modalidad de residencia, en diferentes festivales y teatros. Tuvimos una primera experiencia alrededor del texto en Montevideo, el año pasado. Y realizamos el proceso de investigación, en torno al montaje, acá en la ciudad; eso significa que Rafaela viene con nosotros a lo largo de todo el viaje de la obra”, agregó Ignacio.
Cabe aclarar que todo lo que se vio ayer es producto de lo que se creó en el marco del festival, como parte de este proceso de creación; Lorena Vega, que tuvo también su paso por este evento con “Imprenteros”, los ayudó con una tutoría específica.
Esta obra seguirá su camino en Dinamarca, después por España y, finalmente, se estrenará en el Festival Santiago de Chile y el festival FIBA de Buenos Aires. “Si todo sale bien, volveremos con la obra terminada al Festival de Teatro de Rafaela 2023”.

FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
En escena: Eva Bianco e Ignacio Tamagno.
Visualidad y Puesta en Escena: Maxi Bini e Ignacio Tamagno.
Asistencia Técnica: Estefanía “Tati” De Gennaro.
Fotos y videos: Nadir Medina.
Tutoría Artística: Lorena Vega.
Producción Artística: Johanna Sporn.
Dirección y dramaturgia: Ignacio Tamagno.

Autor: REDACCION

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