La Palabra

La receta

El entrevistado lo cuenta como corresponde, con el orgullo y la emoción de ser uno de los destinatarios de ese libro que el abuelo escribió en un cuaderno de infinitas hojas cosidas. Pasaron muchos años de ese momento, pero el ejemplar sigue custodiando el lugar en el cajón del antiguo escritorio que preside el primer piso de Defensa y Bolívar, donde un postigo abierto deja entrar el sol y nos regala la vista de la Plaza Dorrego. Allí todo se confunde entre metales, maderas, artesanías, objetos raros, piezas de colección, gente que visita guiados por la anfitriona y extranjeros que se hacen entender de alguna manera. La charla sigue por otras dependencias de la casa que están todas interconectadas y continúan exhibiendo historia, cultura, arte desde cada espacio por mínimo que fuera. Todo es consecuencia de esas máximas del abuelo, que plasmó en papel, pero antes, pudo demostrarlo con los hechos cuando llevaba a su pequeño heredero a buscar la llave del cielo. Un artesano de la vida que se aseguró las generaciones venideras.

Raúl Alberto Vigini

raulvigini@yahoo.com.ar

Autor: Raúl Vigini

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