Locales

La producción y el rinde de la cosecha de soja fue la mitad de la campaña anterior

La campaña de soja 2022/23 en el centro norte de la provincia de Santa Fe finalizó en los primeros días de julio con rendimientos productivos históricamente bajos y resultados económicos poco alentadores para los productores que se encuentran en el área bajo análisis del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA), a cargo de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
El nivel de producción total de la oleaginosa cayó significativamente en unas 2.250.000 toneladas respecto a la campaña anterior y la pérdida de superficie de cosecha fue de 26.800 ha, la cifra más alta de los últimos cuatro ciclos sojeros, destacó el SEA en un informe difundido ayer en el que analiza la campaña agrícola del cultivo de soja en los doce departamentos del centro norte de Santa Fe, que incluye a Castellanos.
La campaña de soja 2022/23 a nivel nacional, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, finalizó con una producción acumulada de 21 millones de toneladas, lo que representa una reducción del 51,2% respecto a la campaña anterior. El rendimiento promedio nacional registrado ronda los 15,4 qq/ha; siendo el más bajo de los últimos 10 años. Dicho valor representó una merma del 45% respecto al ciclo pasado, y al promedio de las últimas cinco campañas.
En lo que refiere a los doce departamentos del centro-norte provincial, según datos del SEA, la superficie sembrada de la campaña 2022/23 ascendió a 1.495.900 ha, siendo levemente superior al ciclo agrícola previo (1,2%). De dicho total, 956.500 ha. (63,9%) corresponden a cultivos de soja de primera, mientras que las restantes 539.400 a soja tardía.
Durante el transcurso del ciclo, la ausencia de agua útil en la cama de siembra y la falta de precipitaciones regulares afectaron el normal desarrollo vegetativo de las plantas, impactando negativamente sobre la calidad de la oleaginosa recolectada.
Por su parte, otro corolario de la sequía y la presencia de altas temperaturas registradas durante gran parte del ciclo del cultivo sobre la zona núcleo de la región agrícola, fueron las importantes pérdidas de área cosechable -principalmente para la soja de segunda- y una disminución significativa de los rendimientos.
Particularmente, en el centro-norte santafesino se perdieron unas 26.800 ha totales de superficie de cosecha, siendo la cifra más alta de las últimas cuatro campañas. De ese total, unas 25.600 ha corresponden a soja tardía.
En este sentido, la productividad promedio en el área del SEA estuvo históricamente por debajo de los niveles registrados en las campañas sojeras desde el año 2010. El rinde promedio por hectárea en la campaña 2022/23 se ubicó en 15,2 quintales, los cuales resultan casi un 50% inferior al 2021/22. Para la presente campaña, en soja de primera, esta ratio fue de 17,3 qq/ha (-46,8% interanual), y en soja de segunda, de 11,3 qq /ha (-57,3% i.a.). La producción total de soja en el centro norte de Santa Fe fue de 2.233.660 toneladas, un 50,1% por debajo de 2021/22 y un 51,4% inferior al promedio de las últimas cuatro campañas sojeras en la región.
En soja de primera, la producción final fue de 1,6 millones de toneladas, 1,4 millones de tn menos que la campaña pasada, mientras que para soja de segunda la producción se redujo unas 830.500 toneladas.
La campaña 2022/23 estuvo marcada por una importante variación negativa tanto en los rindes promedios como en la producción en los distintos departamentos del centro norte santafesino. En síntesis, las mermas productivas fueron significativas en la totalidad de la región (en relación a la campaña pasada y al promedio general de las últimas 4 campañas) -en un rango de 19 a 56%-, fruto de la ausencia de precipitaciones e irregularidades climáticas en momentos claves del cultivo de la oleaginosa.

PANORAMA DEL
MERCADO DE LA SOJA
Las cotizaciones de la oleaginosa en el mercado internacional venían experimentando una evolución a la baja en los últimos meses, al igual que los principales commodities agrícolas, que podría explicarse principalmente por la débil demanda mundial y una cierta recuperación en las cadenas de suministro a nivel global.
Sin embargo, el escenario actual, parece dar indicios de que se revierta dicha situación, fundamentalmente a partir del impacto de los recortes en el área sembrada en Estados Unidos. En efecto, un 63% del cultivo de soja en el país norteamericano estaría atravesando una marcada sequía con una desmejora en la condición de cultivo, según información del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA); a lo que se podrían sumar otros factores relacionados con la comercialización y la producción.
Por su parte, la plaza local está mostrando una dinámica en disminución en las últimas semanas que podría asociarse a las condiciones propias del mercado mundial y, particularmente a los importantes volúmenes de oferta de soja por parte de países limítrofes (como Brasil y Paraguay) que traccionarían a la baja; luego de que los valores diarios máximos históricos, alcanzados en enero de 2023. Tal es el caso, que las cotizaciones de pizarra observadas en el mercado de Rosario, tomando como referencia los meses de mayo y primera quincena de junio –período de mayor actividad de cosecha de soja en la región-, en promedio, ascendieron a 447,9 dólares la tonelada, lo cual significa un 6,7% más que igual período del año pasado. Sin embargo, los precios observados en el mercado local no lograron equiparar totalmente el efecto negativo de la merma productiva en las distintas áreas bajo análisis.
Otra cuestión a destacar en la presente campaña es la considerable reducción en el volumen comercializado. La comercialización interna a nivel nacional alcanza unos 11,2 millones de toneladas, siendo 8,6 millones menos que a esta altura de la campaña pasada. De dicho total, 9,8 millones corresponden a compras de la industria, mientras que las restantes 1,4 tienen destino de exportación, según información publicada por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP). Esto se debe exclusivamente a la merma productiva, dado que el total comercializado representa un 53,3% de la producción total, ratio que se ubica 7,3 puntos porcentuales por encima de la campaña pasada a esta altura.
En igual sentido, se observó a la fecha también una caída del 42,2% en la liquidación de divisas de los industriales oleaginosos y exportadores de cereales durante el primer semestre del año (en comparación a igual período de 2022), reflejando el impacto de la sequía, más allá de las políticas de incentivos implementadas por el gobierno. Para los primeros seis meses del año, la liquidación alcanzó los 11,0 mil millones de dólares, alrededor de 8.100 millones por debajo del primer semestre del 2022.

Autor: REDACCION

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