En las automotrices hay una frase que se escucha habitualmente: “Trabajamos pensando en el largo plazo”. De esta forma las empresas del sector se despegan de la inestabilidad económica que presente la coyuntura para definir sus planes de producción e inversión.
De no ser así, en un contexto como el actual, parecería imposible trabajar en nuevos modelos. Con este espíritu, las filiales locales de Ford y Volkswagen siguen avanzando en el proyecto conjunto para la producción de una pickup “melliza”, en el marco de la alianza que las dos compañías firmaron a nivel mundial.
Si bien todavía no está oficializado el lugar de producción, cada vez hay más elementos para presumir que la Argentina será, al menos, uno de los lugares elegidos. Desde hace unos días, ingenieros de Ford Australia están en el país reuniéndose con proveedores locales. La participación de esos profesionales se debe a que en ese país oceánico está el centro de diseño a nivel mundial de la marca estadounidense. La actual pickup de la marca salió de ese “think tank” automotriz. Están en una etapa de certificación de autopartistas, el paso previo al inicio de los pedidos de producción.
Se está trabajando en base a dos proyectos denominados P703, para Ford, y J73, para Volkswagen, según los planos de piezas que están llegando a los proveedores. Para el primero, vienen en inglés; en el segundo caso, en inglés y alemán. El volumen de producción que se está presupuestando es para unas 100.000 unidades. El modelo del óvalo tiene previsto su inicio de producción para fines del 2022 mientras que el de la marca alemana comenzaría en seis meses más tarde. Algunas fuentes dicen que la Amarok actual podría estirar su vida un año más. La pickup conjunta se fabricará sobre una misma plataforma y compartirán muchas autopartes “bajo el capot”, pero se diferenciarán en terminación y diseño visual. También en el posicionamiento en el mercado.
La de VW apuntará a la parte superior de la gama, por detalles de diseño y confort, destinada más a un uso urbano o de esparcimiento, mientras que la de Ford estará pensada más para el trabajo. Esto definirá también la oferta de motorizaciones.
Antes de fin de año o en el primer bimestre del 2020, se estima que las terminales comenzarán a adelantar fondos a los autopartistas elegidos para que realicen las inversiones necesarias para las piezas que deberán producir. Algunas de estas autopartes –sean de matricería o estampado - pueden demandar unos seis meses para su fabricación.
Si bien en las filiales locales de Ford y Volkswagen se juega al misterio sobre la planta que recibirá esta inversión (ambas están separadas por un alambrado olímpico, en la localidad bonaerense de General Pacheco), todo este proceso está comandado por Ford por lo que se descarta que será su fábrica la encargada de la producción.
Si se cumplen los plazos, el próximo gobierno tendrá en el primer año de gestión el anuncio de una inversión millonaria para este proyecto que tendrá, como principal objetivo, la exportación a toda Sudamérica. La idea es hacer el anuncio oficial hacia fines del 2020. En el mercado interno, la pickup conjunta Ford-VW, buscará unir fuerzas contra la exitosa Toyota Hilux
Por la salida de la Amarok, Volkswagen quedará con una planta con capacidad ociosa ya que tiene capacidad para 130.000 unidades. Solo tiene previsto, oficialmente, la producción del proyecto Tarek, un SUV del segmento C. Sin embargo, existe la posibilidad de recibir el proyecto de fabricación de un nuevo modelo que podría ser la pickup chica Tarok o un nuevo SUV que compartiría con Ford. (Fuente: Horacio Alonso - Ambito Financiero)