Nacionales

La pelea por los subsidios

FOTO ARCHIVO
Crédito: ALBERTISTA. Emilio Pérsico, uno de los referentes sociales.

El mapa de las organizaciones sociales también divide al Frente de Todos (FdT), ya que del lado del presidente Alberto Fernández la temperatura en la calle es administrada por el Movimiento Evita de Emilio Pérsico, secundada por la Corriente Clasista Combativa y Somos Barrios de Pie, mientras que del sector de la vicepresidenta Cristina Kirchner está el trabajo territorial de La Cámpora y la pata social del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois.
Pérsico es secretario nacional de Economía Social y se encarga de buena parte de los planes que reparte el Ministerio de Desarrollo Social.
Al calor del surgimiento de la coalición gobernante, en 2019 todos quedaron nucleados en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), donde hoy hay marcadas diferencias ante el destino de los fondos de las asistencias gubernamentales ante la crisis social y económica que vive el país.
El pasado jueves, el díscolo dirigente social -de estrecho vínculo con la vicepresidenta- se movilizó con sus organizaciones y otros movimientos sociales aliados en todo el país. Fueron cincuenta puntos de protesta en total y Grabois eligió el emblemático Puente Pueyrredón para dar su incendiario discurso que abrió la polémica.
"¡Por qué no se dan cuenta de que no es política nada más, la puta madre! Es obvio que esto no da para más. Algunos gauchos acá estamos dispuestos a dejar nuestra sangre en la calle para que no siga habiendo hambre en la Argentina", disparó.
Con el aval del kirchnerismo duro, el reclamo principal es la aprobación del Salario Básico Universal, presentado por diputados del Frente Patria Grande (ligados a Grabois), entre los que se encuentra Itai Hagman.
Este proyecto pretende que unas 7,5 millones de personas de entre 18 y 64 años que no poseen ingresos provenientes del mercado laboral formal y que se encuentren en una situación de vulnerabilidad reciban un monto equivalente a la Canasta Básica Alimentaria individual: 15 mil pesos.
De ser aprobada, la medida alcanzaría un costo del 2,1 por ciento del PBI anual. Al ser consultado sobre cómo se podría financiar, Grabois respondió que "haciendo lo que siempre hace cualquier Gobierno que se presume popular: sacarle al 1%, que son las grandes corporaciones, que ganan en todas las crisis, e inyectar ese proceso de redistribución de la riqueza en los sectores más humildes".
Horas después, su posicionamiento se profundizó durante una entrevista televisiva donde llegó a hablar de un símbolo del 2001: los saqueos. "Prefiero decir estas cosas ahora y no lamentarme cuando empiecen", expresó y no dudó en afirmar que el estallido social podría darse en "semanas o meses".
Las declaraciones, casi en su totalidad, produjeron la respuesta entre los referentes sociales más cercano al presidente.
"No veo un escenario de saqueos en la Argentina porque centralmente hay ayuda social y un nivel de trabajo de las organizaciones en el territorio", expresó Pérsico, cuyo movimiento (el Evita) tiene entre sus seguidores unos 100.000 beneficiarios del Potenciar Trabajo.
Además, indicó: "No creo que sea el momento de dar esa discusión (sobre el Salario Básico Universal)". Asimismo, respaldó a la flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, también cuestionada por Grabois: "Tenemos una nueva ministra que todavía no logró tener una semana en la que se sostengan las variables económicas".
Luis D´Elía, líder de la Federación Tierra y Vivienda, enemistado con Cristina y férreo defensor del sector albertista del oficialismo, sostuvo: "No me extraña que Grabois, un hombre muy ligado a Horacio Rodríguez Larreta, que tiene 5 mil contratos de su organización en la Ciudad, un hombre amigo y socio de Pepín Rodríguez Simón hoy esté desarrollando este tipo de acción". Además, afirmó que Mauricio Macri "golpea el tipo de cambio, los precios, y Grabois las calles". "Esta película la vimos muchas veces y hay que denunciarlo con mucha fuerza", añadió.
Grabois hoy cuenta con el aval de Cristina Kirchner, que durante su pasado acto en Ensenada se mostró a favor de la propuesta del Salario Básico Universal, un gesto que le dio peso político a la propuesta del dirigente social. "Lo charlé mucho con Juan Grabois y creo que tenemos que empezar a discutir la necesidad de un ingreso universal básico. Hay que pensar en un ingreso universal básico que no dependa del favor de nadie, que esta es la gran ventaja de la AUH, la independencia", indicó.
Por otro lado, el líder del MTE en los últimos tiempos encontró apoyo en las calles entre las organizaciones sociales de izquierda. Principalmente del Polo Obrero, cuyo referente Eduardo Belliboni se mostró en diversas oportunidades con Grabois.
Sin embargo, este sector no ve con buenos ojos el Salario Básico Universal, ya que consideran que los 15 mil pesos en cuestión "nivela para abajo" y "es funcional al planteo de disolver las organizaciones piqueteras de Cristina Kirchner", quien en el último plenario de la CTA en Avellaneda tiró una bomba al interior del FdT al pedir que el Estado deje de tercerizar los planes a las organizaciones sociales.
En su momento, la vocera presidencial, Gabriel Cerruti, había descartado de cuajo la posibilidad del Salario Básico Universal, aunque hoy –ante las presiones– reconoció que está en evaluación.
Mientras que grupos representados por Cristina con llegada a los barrios lo ha tomado como bandera ante la crisis social y económica que vive el país, en el interior del gobierno de Alberto Fernández creen que aumentar la inyección de dinero comprometería el objetivo de equilibrar la situación fiscal y el cumplimiento con el acuerdo del FMI.
Mientras las arcas públicas se encuentran en rojo, las organizaciones sociales oficialistas profundizan su cruzada por el destino de las asistencias del Estado, una disputa que ya está en las calles.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web