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La OIT celebra su centenario

GINEBRA, 9 (AFP-NA).- La Organización Internacional del Trabajo (OIT), nacida luego de la Primera Guerra Mundial en 1919, es la única creación del Tratado de Versailles que aún sobrevive, y a pesar de su edad se mantiene acorde a los tiempos, discutiendo temas como acoso y robótica.

En su conferencia anual, que comienza el lunes en Ginebra, la entidad se concentrará en dos documentos centrales, una Convención sobre el acoso en ambientes de trabajo, y una Declaración sobre el futuro del trabajo a la luz de desafíos como el cambio climático y nuevas tecnologías.

Las reuniones se extenderán hasta el 21 de junio y serán abiertas por el presidente de la entidad, el británico Guy Ryder.

Varios jefes de Estado pronunciarán discursos en la ceremonia por el centenario de la entidad, y para el día 11 está prevista la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvedev.

También estarán los presidente de Guinea Ecuatorial, Colombia e Irak, así como el Secretario General de la ONU, el portugués Antonio Guterres.

Órgano que reúne a gobiernos, empresas y sindicatos, la OIT espera unos 5.700 delegados de 187 estados miembros para estas ceremonias.

"Me encantaría creer que se trata de un momento festivo. Pero tengo mis dudas. Las negociaciones serán muy duras", dijo Ryder a la prensa, señalando en particular las reticencias empresariales sobre la Convención sobre el acoso.


ROOSEVELT 

La OIT fue creada, como toda la Sociedad de las Naciones (predecesora de la ONU) bajo la égida del Tratado de Versailles.

Al contrario de la Sociedad de las Naciones, la OIT sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial por el papel desempeñado por Estados Unidos.

Aunque Estados Unidos nunca fue miembro de la Sociedad de las Naciones, el país aportó pleno apoyo a la OIT, a la que se integró en 1934, poco después que se retirara la Alemania de Adolf Hitler.

Esta decisión fue iniciativa directa del presidente Franklin Roosevelt, que había lanzado su "New Deal", un ambicioso programa de reformas y obras públicas para saber al país de la recesión.

De acuerdo con Dorothea Hoehkter, historiadora del departamento de investigaciones de la OIT, los objetivos de Roosvelt coincidían "perfectamente con lo que buscaba la Organización".

En 1939, el estadounidense John Winant asumió la conducción de la OIT, cuando ya la Segunda Guerra Mundial era inminente. Para evitar que la OIT se convierte en instrumento de estados totalitarios, trasladó la sede de Montreal.

Finalmente, luego de la Guerra Mundial la OIT retornó a Ginebra y se incorporó a la ONU.


ACOSO EN EL

LUGAR DE TRABAJO 

Más de 70 años después la organización creada con la idea de que "una paz durable" solamente se podía conseguir sobre la base de la "justicia social", continúa atenta a los asuntos más urgentes.

Representantes de los gobiernos, empresas y sindicatos iniciaron el año pasado negociaciones sobre una Convención vinculante para los países firmantes sobre la violencia y el acoso en ambientes de trabajo.

La OIT espera finalizar ese proceso en los próximos días.

Ryder destaca la "extrema importancia de este tema" pero admitió que las divergencias persisten, especialmente en la definición de acoso.

Según el dirigente, las empresas desean que su responsabilidad se limite a un cuadro preciso y no muy amplio de situaciones.

Además, se torna esencial definir una lista de los grupos más vulnerables al acoso, y si es necesario incluir a los grupos LGBT.

En particular, los países africanos rechazan esta última posibilidad.

La "Declaración del Centenario" debe establecer las prioridades en el futuro del trabajo ante los desafíos que representan las nuevas tecnologías, el cambio climático, el envejecimiento de la población en países desarrollados, las migraciones y la globalización, señaló Ryder.

Autor: REDACCION

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