En efecto, ahora hay que comenzar a hablar de "la nueva SanCor", que tras la decisión unánime de sus asociados tomada en la asamblea realizada la semana anterior, transferirá el 90 por ciento de sus acciones a la empresa Adecoagro, de alta participación en el sector de la producción lechera, quien pasará a controlar y dirigir los destinos de la cooperativa con sede central en la ciudad de Sunchales. Aunque en realidad, está pasando sus últimos días como cooperativa, habiendo sido un verdadero emblema del sistema, pues ahora quedará conformada como sociedad anónima, como la posibilidad cierta y concreta de poder sostenerse en actividad, con lo cual volverá a apostar al futuro para recuperar el terreno resignado en los últimos años, cuando ingresó en una pendiente en declive que la llevó a este desenlace.
Aunque SanCor era algo así como la nave insignia de la producción láctea de la Argentina, está claro que venía de mal en peor, fuertemente afectada desde lo financiero, lo que hacía prácticamente continuar adelante. Esta alternativa de incorporarse al patrimonio de Adecoagro, es en definitiva, una salida casi exclusiva para los trabajadores, los productores y la importante cantidad de acreedores. Los primeros para sostener su fuente de trabajo, interrumpiéndose frente a esta nueva alternativa la reducción de personal de los últimos tiempos, la cual se llevó a cabo con planes de retiros y otras formas legales utilizadas al efecto. Los productores en tanto, quienes ahora podrán volver a contar con la tranquilidad que da el poder cobrar en tiempo y forma por su producción tambera, sin los sobresaltos de los últimos tiempos. Y finalmente los acreedores en lo que hace a poder resarcirse de sus acreencias, aunque sea en parte pues fue acordada una importante reducción de las mismas.
Todo apunta al objetivo de recomponer íntegramente la cadena productiva que gira en torno a SanCor, cuya esperanza se ha visto fortificada luego de este acuerdo, sobre el cual sin dudas y para emitir juicios decisivos habrá que aguardar verlo en plena acción. Algo sobre lo cual todo el conjunto de actores, la ciudad de Sunchales, y en definitiva la región, la provincia y el país, apuestan y confían en que este cambio vaya enhebrando los mejores resultados posibles.
Es que todo venía tan deteriorado, que tampoco habrá que exigir un cambio absoluto en el corto lapso, sino otorgar el tiempo necesario para la reconformación de la empresa. Algunos datos son por demás elocuentes en cuanto a lo financiero, como ser que el ejercicio de 2017 arrojó una pérdida de casi 1 millón de pesos por día, lo cual no podía continuar prolongándose ya que la asfixia hubiese llegado a extremos irrecuperables. Además, y aunque se trata de cifras no oficiales, se dejó trascender que la deuda de la cooperativa cuyo nombre surge de la mezcla de las provincias de Santa Fe y Córdoba, podría estar cercana a los 10.000 millones de pesos.
"Tenemos un plan integral de crecimiento para SanCor y creo que eso marca la diferencia de nuestra propuesta. Nosotros también somos productores argentinos de leche y queremos que el sector crezca y se desarrolle", se sostuvo desde Adecoagro, como para disipar cualquier tipo de dudas sobre sus intenciones de participación mayoritaria -lo que supone conducción absoluta- de esta enorme planta que constituye SanCor con toda su infraestructura.
Aunque se ha dicho muchas veces en estos últimos tiempos, es conveniente recordar lo que es Adecoagro, que tiene su planta instalada en la localidad de Christophersen -en el sur de la bota santafesina-, con nada menos que 7.000 vacas en ordeño y una producción que el año pasado fue de 93 millones de litros de leche. Respecto a sus balances, en 2017 tuvo un superávit de 11 millones de dólares, el cual fue superior en 135% al del período anterior en 2016, estableciendo muy claramente la fuerte conciencia de superación que guía los destinos de la empresa, con el cual se tratará seguramente de impregnar el destino de SanCor.