Automotores

La novena generación del Honda Civic: imperdible

Sin duda, uno de los modelos más emblemáticos de Honda es el Civic, el auto que la marca lanzó en Japón en 1972 y del que ahora llega la novena generación, ya disponible en los concesionarios de la Argentina.

Reconocida por la calidad y la confiabilidad de sus modelos, sumada a una trayectoria apreciada por su permanencia en el país más allá de los vaivenes económicos, Honda supo ganarse un lugar de privilegio entre los usuarios y el Civic jugó, especialmente en los primeros años, un papel fundamental en ese crecimiento.

Los usuarios podrán elegir entre tres versiones: LXS (27.600 dólares), EXS manual (U$S 32.100) y EXS automático (U$S 33.900). Tanto la caja manual como la automática es de cinco marchas y todas las versiones tienen motor naftero i-vetec de 1798 cc que entrega 140 CV de potencia máxima a 6500 rpm y un par de 17,7 kgm a 4300 rpm.

En cuanto a sus líneas, de acuerdo a La Nación han sido totalmente rediseñadas, pero manteniendo el estilo que se inauguró con la octava generación, lanzado en 2006, el que sí había revolucionado por completo lo que se conocía hasta entonces. Y en ese punto el diseño es un acierto parecido a sí mismo, pero a la vez diferente.


EN MARCHA

Quienes esperen una revolución tecnológica no la encontrarán. Este Civic, como los anteriores, tiene claro cuáles son sus puntos fuertes: confort de marcha, generoso espacio interior y confiabilidad mecánica. La posición de manejo es muy buena ayudada por la regulación de la columna de dirección. El tablero sigue el estilo futurista del Civic anterior.

Un gran cuentavueltas domina el centro de la visión y más arriba, un velocímetro digital enmarcado por barras de colores que pasan del azul al verde, de acuerdo con el estilo de manejo para indicar si estamos haciendo un uso racional del acelerador. Un recurso vistoso pero que puede resultar cansador.

Lo que sí me resulta acertada es la pantalla de información integrada al cuadro de instrumentos que brinda información sobre diversas funciones como el equipo de audio, la cámara de marcha atrás que ayuda al estacionamiento, la economía de combustible y otros datos.

Respecto de la seguridad, todas las versiones tienen doble airbag para conductor y acompañante (la EXS agrega laterales), sujeciones Isofix y frenos con sistemas ABS.

Otro tema que encuentro acertado es la ubicación, el tamaño de los controles y la facilidad de uso del sistema de audio.

En marcha, el auto brinda lo que se espera de él. Un buen confort de marcha en la ciudad y una gran estabilidad en ruta, tanto en lo recto como en caminos sinuosos, con muy buena respuesta de la dirección y de los frenos.

El baúl, un punto crítico de este modelo, fue mejorado en su capacidad, pero aún así el espacio no sobra. El tanque de combustible de 52 litros le otorga una buena autonomía, en especial si se conduce de manera racional. La versión más cara con caja automática brinda la posibilidad de usarla en modo totalmente automático o seleccionar los cambios desde las levas del volante.

Puntos mejorables son los plásticos del tablero (con un gris que contrasta con lo moderno del diseño) y la falta de seis airbags.

Además no se entiende porqué Honda decidió que en Brasil (donde se fabrica el auto) la versión EXS tiene controles de tracción y estabilidad (además de GPS integrado) y el que llega a la Argentina no los tiene, lo que le resta puntaje en materia de seguridad. Un tema que la marca debería reconsiderar seriamente. En lo personal prefiero menos "chiches" y más seguridad.

El Civic, en conclusión, llega con buenos antecedentes para dar pelea frente a muchos rivales modernos.

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web