Editorial

La manipulación

Nada cambia, y mucho menos en previas electorales, cuando durante tanto tiempo se ha mantenido a ultranza la manipulación de las cifras del INDEC, que han llegado a un extremo de insostenibles, estimándose como probable que luego de la votación del próximo domingo se comiencen a analizar algunas medidas correctivas para encarar el lapso hasta 2015, el cual será de todos modos muy complicado, recordándose que durante el mismo se producirán vencimientos de deuda -de la Nación, las Provincias y empresas privadas- por un total de 22.000 millones de dólares, y que las reservas del Banco Central se encuentran sólo en 34.000 millones, luego de haber llegado a 52.000 hace apenas dos años.

La más reciente estadística del INDEC, aunque ya todos los calificativos se hayan utilizado desde comienzos de 2007 cuando el organismo fue intervenido, de lo cual hace seis años y medio, es realmente absurda. Es que el reciente Indice de Precios al Consumidor de septiembre marcó un alza del 0,8%, lo cual anualizado establece 10,5% para los últimos 12 meses. Cifras alejadas absolutamente de la realidad, especialmente en estos últimos meses en que la espiral inflacionaria parece haber recobrado un ímpetu que antes no tenía, llevando a los precios a una carrera poco menos que disparatada, donde además influye dentro de la cadena aquello del "por las dudas".

Tomando la base de los datos del organismo oficial tenemos en consecuencia que para no caer en la indigencia una familia tipo de ambos padres y dos hijos de 6 y 8 años de edad necesitó sólo de un ingreso de 750,57 pesos mensuales, de acuerdo con esta casi mágica Canasta Básica Alimentaria, representando un insignificante aumento de 0,17% respecto al mes anterior de agosto y sumando 4,37% en los nueve meses contabilizados del año. De ese modo tenemos que las cuatro personas que componen ese grupo familiar debería alimentarse con 25 pesos por día, lo cual llevado a la individualidad es 6,25 pesos por persona.

Este verdadero absurdo de poder vivir con 6 pesos por día se viene sosteniendo desde el INDEC desde hace largo tiempo, y se mantiene en plena vigencia aun cuando nadie crea en eso y por lo tanto salga a defenderlo con argumentos de cierta seriedad.

En cuanto a la Canasta Básica Total mediante la cual se establece la línea de la pobreza, y que incluye además de la alimentación otros gastos como vestimenta y transporte, fue fijada en septiembre en 1.716,86 pesos, monto con el cual una familia tipo de las características mencionadas debe cubrir todas sus necesidades básicas durante un mes sin caer en la pobreza. La cifra de septiembre fue un 0,55% mayor que la de agosto y de 6,47% en lo que va del año.

Un dato curioso es que ambas canastas aumentaron menos todavía que la inflación oficial de 0,8% de septiembre, lo cual sin dudas es poco menos que imposible de creer, provocando estas estadísticas adulteradas una confusión muy grande con la realidad.

Es la manera que el gobierno encontró para sostener su relato de crecimiento y buen nivel de vida de la población, ya que de esta manera las cifras oficiales de pobres e indigentes aparecen notablemente reducidas respecto a las que difunden otras organizaciones del área privada, que dan cuenta de cantidades entre 5 y 6 veces más abultadas.

Si tomamos la inflación, según el INDEC en estos primeros 9 meses del año el acumulado es de 7,4% y anualizado de septiembre a septiembre de 10,5%, cuando todas las consultoras y organizaciones que hacen relevamientos de precios oscilan el nivel inflacionario entre 25 y 30 puntos, siendo todavía mayor la diferencia en cuanto a la pobreza, que el gobierno fija en 5,4% en tanto que casi todo el abanico que se ocupa del tema la ubica entre 26 y 30 por ciento.

Todo se ha convertido en una enorme farsa en la que nadie cree, pero así y todo se continúa adelante. La admisión, políticamente no es favorable en este momento, pero es factible que lo sea en breve plazo, cuando haya que adoptar medidas que corrijan esta situación que ha llevado a un verdadero desmadre.

Claro que, además de volver a las estadísticas reales que son las que permiten adoptar las medidas apropiadas y delinear estrategias en todos los órdenes, lo que urge es contener la inflación como punto de partida de un reordenamiento. Hasta ahora, los intentos fueron fracasando uno tras otro, confiemos en que se acierte.

Autor: REDACCION

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