Editorial

La lucha antitabaco

La lucha antitabaco

Hace cinco años, cuando entonces en la provincia gobernaba el justicialista Jorge Obeid, entró en vigencia la ley 12.232 conocida como antitabaco, la cual imponía rígidas restricciones al hábito de fumar, si bien costó un tiempo bastante prudencial el instrumentar su aplicación, ya que existieron serias dudas al comienzo, si bien con el correr del tiempo se fueron aplicando de tal modo que los resultados favorables se registraron con asiduidad. Aún dentro de tales condiciones, limitando los lugares para fumar, la cantidad de fumadores se redujo muy escasamente, quedando ello reflejado claramente en la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, entre los cuales se incluye el tabaquismo.

Este relevamiento realizado desde el Ministerio de Salud de la Nación cubre desde 2005 en que fue aprobada en nuestra Provincia la mencionada ley, hasta fines de 2009 en que se presentaron los datos de manera oficial, indicándose que la mejoría en ese lapso fue de unos 14 puntos en cuanto a la exposición al humo de tabaco, al bajarse del 51,6% al 37,4%, en tanto que la cantidad de fumadores entre mayores de 18 años tuvo una reducción apenas imperceptible de 27,3% a 26,6%, menos de un punto, pudiéndose además agregar un dato muy significativo, ya que en el sector donde es mayor el aumento de fumadores, es justamente el que tiene necesidades básicas insatisfechas, siendo allí la suba del 36,3%. De tal modo, también en esta cuestión, en el hábito de fumar, el mayor impacto se siente en las clases más carenciadas, pudiéndose deducir que influye de manera muy fuerte la educación.

En el nivel nacional en cambio la baja de fumadores fue mayor que en la provincia, ya que del 29,7% se contrajo al 27,1%, más de dos puntos y medio, con lo cual Santa Fe quedó bastante por debajo del promedio nacional, habiendo algunos otros distritos que marcan una diferencia importante, casos de San Luis 35%, Santa Cruz 32,1%, Tierra del Fuego 30,9% y Catamarca 30,7%, quedando en ese caso, una cierta contradicción, pues si bien se señala en el informe que la mayor cantidad de fumadores se incrementa en las clases sociales más insatisfechas, aquí se da el caso que provincias con mayores niveles de pobreza tuvieron mejor performance en la caída de fumadores.

De todas formas, el descenso en la cantidad de fumadores en todo el país, punto más punto menos, es muy leve como para ser optimistas en cuanto a conseguir una fuerte erradicación del hábito de fumar. Expertos consideran que para avanzar de manera más enérgica, y obtener por lo tanto resultados más positivos, se necesita de más tiempo, y también de medidas de mayor amplitud y alcance, como por ejemplo la ley nacional contra el tabaquismo aprobada el pasado mes de junio, que indudablemente ayudará a bajar el consumo una vez que comience una fuerte aplicación de la misma.

Si bien aquí se hace un repaso de datos, logros, objetivos y perspectivas, algunas de las cuales no parecen ser muy favorables, al menos en lo inmediato, sólo se trata de estadísticas. La realidad en cambio, nos permite observar que la situación se modificó muchísimo desde que esta ley provincial entró en vigencia en la provincia de Santa Fe, y también aquí en Rafaela, pues si bien aún quedan algunos sitios públicos en los cuales no se respeta a rajatabla la prohibición de fumar -como corresponde- el avance ha sido muy importante en la mayoría de confiterías, bares, comedores y demás lugares públicos de asistencia abierta, donde los fumadores fueron incorporándose a la metodología, sin demasiados reparos. De manera especial resultó todo mucho más sencillo, en aquellos sitios donde los responsables -propietarios o concesionarios- se ajustaron a la ley, que en otros donde se permitieron excepciones y terminaron por caer en el incumplimiento.

Una muy buena consecuencia de esta tendencia a reducir el impacto del humo del tabaco, especialmente en los no fumadores, es que la cantidad de internaciones por infartos en los hospitales de nuestra provincia se redujo un 28%, comparando con lo que sucedía anteriormente a la vigencia de esta ley.

Un dato muy revelador, para tener en cuenta al momento de la aplicación estricta de la ley antitabaco, es que el 80% de los fumadores desea abandonar el hábito, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, pero no lo consigue por falta de voluntad o esfuerzo. Razón por la cual estas disposiciones prohibitivas son bien vistas y recibidas por la mayoría de los fumadores, que advierten en esta clase de normas una ayuda para ellos en cuanto al objetivo de poder hacer realidad el deseo de dejar de fumar.

Autor: Redacción

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