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La ionización del aire

Por Ing. Hugo N. Bruno*

Sabemos que la ionización del aire, es decir su carga eléctrica, varía considerablemente de una región a otra, en función de los cambios climáticos y accidentes naturales, entre otros factores. Esto influye directamente sobre nuestros estados de ánimo, y como consecuencia, sobre la vitalidad y salud.
Existen, para confirmarlo, gran cantidad de documentos científicos informando sobre experimentos realizados con la ionización.
Si la ionización es negativa, que consiste en la toma de electrones por parte del átomo, se observa un estado de euforia en el reino animal en general y en el ser humano en particular. Si es positiva, cuando se produce la cesión de electrones por parte del átomo, se observan estados anímicos más bien depresivos.
El proceso de ionización negativa es notablemente intenso en la naturaleza, cuando se trata de masas de agua en movimiento, como por ejemplo en los saltos, cascadas, ríos, mar y también en el caso de tormentas eléctricas.
Puede observarse a lo largo del recorrido por las cataratas, o estando en las cercanías del mar, o en vísperas de tormentas, que las personas y los animales están en un perceptible estado de euforia.
Las mediciones realizadas en cataratas detectaron unos 100.000 iones negativos por cm3, mientras que lo corriente es de 1.000 a 2.000 iones negativos por cm3. Es decir, entre 50 y 100 veces más.
Este tipo de iones benéficos se pueden generar mediante recursos tecnológicos, tanto a nivel doméstico como a nivel industrial.

* Hugo N. Bruno es Ingeniero, habiendo sido Profesor Consulto de la UTN. En la actualidad se dedica a escribir sobre temas de divulgación.  

Autor: REDACCION

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