Editorial

La inflación y las paritarias

Con el proceso de negociaciones colectivas encuadradas en las paritarias que ya se puso en marcha este año, en el marco del cual se están logrando acuerdos salariales por encima del 30 por ciento, se puede comenzar a estimar cuánto podrá ser la inflación del 2015 sin atender demasiado a las proyecciones que figuran en el Presupuesto anual confeccionado por el Gobierno y que siempre terminan desbordadas por la realidad. De hecho, en el cálculo oficial del 2014 se había estimado que los precios aumentarían en promedio 10,4 por ciento el año pasado, que habría un crecimiento económico del 6,2 por ciento y que el dólar costaría 6,33 pesos. 

La película real muestra que en enero del año pasado el dólar aumentó, devaluación mediante, por encima de los 8 pesos echando por tierra todas las previsiones oficiales. Así, la inflación según el INDEC no fue del 10,4 sino del 24% y de acuerdo a las consultoras privadas, trepó al 38% actualizando aquel concepto impuesto el siglo pasado de que todo es relativo. 

La semana pasada, los fabricantes de alimentos y bebidas expresaron  su "preocupación" ante lo que consideraron "elevados" pedidos de aumento salarial planteados por los gremios que representan al sector, al considerar que están "por encima de las proyecciones de inflación para 2015". La advertencia fue lanzada por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), que preside Daniel Funes de Rioja, también vicepresidente cuarto de la Unión Industrial Argentina (UIA). "COPAL alerta sobre la preocupación que existe entre sus empresas por los elevados aumentos planteados como reivindicación salarial para las próximas paritarias", dijo la entidad en su newsletter mensual. 

Por su parte, la consultora Ecolatina estimó que a pesar del fuerte incremento nominal del salario registrado, el mayor en las últimas décadas, su poder de compra cayó en promedio 4,7% durante 2014, la peor performance de los últimos doce años. En este sentido, puntualizó que de acuerdo a sus propias estimaciones de inflación, el salario real del sector

privado formal cayó más de 5% promedio en 2014. "En buena medida esto se explica por un mercado de trabajo débil en el que las empresas disminuyeron la cantidad de puestos de trabajo de calidad", subrayó el informe divulgado el fin de semana último.

También se desplomó 3% el salario real de los empleados públicos durante el año pasado, apuntó Ecolatina. "Esta menor contracción del poder adquisitivo se debe a los conflictos gremiales protagonizados por fuerzas de seguridad y docentes a fines de 2013 y principios de 2014. Estos obligaron a las autoridades a brindar aumentos nominales significativos, que estuvieron más cerca de cubrir al salario frente a la inflación", expresa el documento.

Al respecto, el análisis de la consultora destaca que "la pérdida de poder adquisitivo en un contexto de elevados aumentos nominales como los otorgados en las negociaciones paritarias de 2014, muestra que fue la aceleración de la inflación tras la devaluación de enero del año pasado lo que minó el salario real". Por eso a esta altura del año cuando están en pleno desarrollo las paritarias cabe preguntarse cómo va a evolucionar el poder de compra del trabajador en 2015.

En el escenario los principales actores de las negociaciones paritarias tienen estrategias delineadas. "El gobierno sabe que si quiere mantener con vida sus posibilidades de quedarse en el poder a partir de 2016 necesita dinamizar el salario real, con lo cual no prevemos que intente imponer un techo nominal rígido al alza de los salarios. Por otro lado, los trabajadores necesitan recomponer el poder de compra perdido durante 2014. Por último, los empresarios tratarán de contener los reclamos salariales y de trasladar el aumento de los costos laborales a los precios finales de sus productos

eludiendo el control estatal", sostiene al descubrir los objetivos sectoriales.

Asimismo, admite Ecolatina que a diferencia de lo ocurrido en 2014, este año las negociaciones se darán en un contexto de desaceleración de la inflación, lo cual impactará en la evolución del salario real. Por eso es lógico estar atentos para ver si los gremios plantearán sus exigencias en función de la inflación pasada o acotarán sus reclamos a una menor suba de precios esperada. De todos modos, el informe consigna que hay elevadas chances de que el

salario real mejore en 2015 aunque no en forma sustancial, apenas por encima de los registros inflacionarios. 

Autor: REDACCION

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