La
inflación no sólo hace estragos en los bolsillos de consumidores y
usuarios, sino que ya impacta a pleno en la línea de flotación de
provincias y municipios, algunas de las cuales empiezan a pensar
en desdoblar el pago de salarios.
Proyecciones privadas arrojan que las provincias tendrán un
déficit financiero de 19.200 millones de pesos este año.
A esto se suma que sus necesidades financieras alcanzarán los
28.700 millones de pesos.
En ese escenario oscuro, Buenos Aires aparece como la más
complicada, ya que necesitará unos 8.000 millones de pesos para
cerrar el año.
Las provincias ya emitieron en conjunto unos 4.200 millones de
pesos en Letras del Tesoro (en pesos y a corto plazo), y 600
millones en mercados internacionales.
Por esa razón, tanto a nivel provincial como comunal se ven
obligados a aplicar tarifazos, subas de tasas y eliminación de
exenciones para recaudar más, con la provincia de Buenos Aires
ahora en el centro del ring.
Las dificultades que encuentra Daniel Scioli para aprobar la
reforma impositiva, que le permitiría aumentar la recaudación en
unos 2.400 millones de pesos anuales, son el fiel reflejo de la
delicada situación que atraviesan las finanzas públicas
bonaerenses.
Scioli pide, además, autorización para aumentar su capacidad de
endeudamiento, en una jugada que apunta a reducir su dependencia
de la Casa Rosada, justo cuando afloran las tensiones con su
vicegobernador, Gabriel Mariotto, que todos los días le tira una
zancadilla.
Los aumentos salariales, pero también el incremento de costos
que afrontan los Estados a todo nivel, explican las urgencias
recaudatorias que encontraron en la provincia de Buenos Aires
fortísimas resistencias por parte del sector agropecuario.
Los revalúos fiscales, ya aplicados en la Ciudad de Buenos
Aires, buscan actualizar la disparada que sufrieron los precios de
la tierra en la Argentina, en especial los campos.
Pero aplicado de una sola vez, impactan con tremenda fuerza en
las finanzas de cualquier sector, y por ello tal vez la semana
próxima el sciolismo deba terminar negociando una salida más
gradualista, como la que le propone el Frente Amplio Progresista
(FAP).
Scioli, hombre de diálogo, insinuó a última hora del jueves,
cuando vio que la sesión se caía, aceptar esa negociación, pero
algo enrareció el clima y finalmente no hubo remontada posible.
Desde el FAP aseguran que fue la Casa Rosada la que dio la
orden de no negociar y esperar el regreso del exterior de un
diputado que garantizaría el quórum la semana próxima.
Las tensiones entre el Gobierno nacional y Scioli tallan fuerte
para considerar verosímil esa versión, que será difícil de
confirmar, porque nadie admitirá semejante injerencia de la Rosada
en la Gobernación.
El dolor de cabeza que afronta Scioli es el que más ruido está
haciendo, pero no el único.
Ya son varios los intendentes que empezaron a bucear la
posibilidad de retomar un clásico que nadie quiere recordar: la
creación de "cuasimonedas".
Un conjunto de intendentes comenzó a advertir que les será
imposible pagar los aguinaldos en julio y hasta sugirieron el
regreso de bonos al estilo del "Patacón", que nadie quiere
recordar.
En Córdoba, el intendente de la localidad cordobesa de
Mendiolaza, Daniel Salibi (UCR), le pidió al gobierno de José
Manuel De la Sota implementar cuasimonedas para pagar los salarios
de empleados municipales, ante la caída de la recaudación.
Es que, para sumar problemas, la coparticipación tuvo una baja
importante, y los presupuestos armados de acuerdo con esos
números quedaron en meros "dibujos".
La provincia de Corrientes sufrió una baja del 18,2 por ciento
en los ingresos por coparticipación federal durante la primera
quincena de mayo, comparado con el mismo período de 2011.
En ese contexto, crece la preocupación de intendentes por el
temor a que esta merma perjudique el pago de sueldos.
Hay jefes comunales que proponen que se les den bonos a las
intendencias para salir de este mal momento.
Un grupo de jefes comunales radicales del Gran Córdoba, en los
alrededores de la capital mediterránea, pugnan por esta
solución.
Intendentes de Santa Cruz, Entre Ríos y Buenos Aires también
confirmaron inconvenientes para pagar sueldos.
En Entre Ríos, el gobernador Sergio Urribarri pagó en dos
cuotas los sueldos de marzo –por los feriados, argumentó– y logró
autorización para emitir Letras del Tesoro en estos días.
El escenario se complica mientras la Nación todavía encuentra
oxígeno en una emisión monetaria que superaría el 30 por ciento,
pero al mismo tiempo explicaría gran parte de los problemas
inflacionarios de una Argentina que empieza a dar claros síntomas
de fatiga.