Editorial

La inflación de medicamentos

A pesar de que el Indice de Precios al Consumidor de enero último alcanzó el 4 por ciento en la Argentina, el Gobierno nacional aún mantiene su meta inflacionaria para este 2021 en el orden del 30 por ciento sin considerar que las estimaciones privadas anticipan que rondará el 50%. Es decir, si finalmente el Gobierno se mantiene en su postura, de febrero a diciembre la inflación promedio mensual no debería superar el 2,4%. Nadie cree posible bajar de un mes a otro del 4 al 2,4% el IPC. Por tanto, la estrategia oficial es mantener a toda costa su previsión más allá de que admite que no se cumplirá con el objetivo de al menos moderar los aumentos salariales que se debaten en la nueva ronda de paritarias. 

Con esta realidad, y una inflación acumulada de 36,1% en 2020, Argentina está a contramano del resto de los países de la región. Así, el año pasado, los precios al consumidor en Paraguay subieron un 2,2%, el índice más bajo desde el 2009 según el Banco Central. La inflación del 2020 estuvo por debajo de la registrada en 2019 que fue de 2,8%. Para 2021 la proyección contempla una inflación de 3,9%.

Por su parte, Chile acumuló en todo 2020 una inflación de 3% -igual a la de 2019-, en línea con el rango meta definido por el Banco Central de ese país. Bolivia cerró el año pasado con una inflación anualizada de 0,67%, tras registrar en varios meses una variación porcentual negativa, en un año marcado por la irrupción del coronavirus, según reporte del estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El comportamiento del IPC de 2020 fue menor al registrado en 2019, cuando se reportó una inflación de 1,47%.

En tanto, Brasil cerró 2020 con una inflación del 4,52 %, la tasa más elevada desde 2016 y por encima de la meta de 4% fijada por el Gobierno para el año pero dentro del margen de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales. Cabe acotar que en 2019 la inflación brasileña se ubicó en el 4,31 %. Finalmente, la inflación acumulada en 2020 en Uruguay ascendió al 9,41 % y de esa manera superó a la registrada en 2019, que fue de 8,79%.

Qué difícil se hace la vida en una economía con alta inflación, en la que constantemente es necesario rediscutir el valor de las cosas, de los salarios y de los servicios. Que el Gobierno por necesidades políticas frene incrementos en distintos sectores profundizando distorsiones, esto es que en lugar de buscar un país más normal se logra exactamente lo contrario. 

En los últimos días se difundió un informe sectorial sobre la evolución de los precios de los medicamos, que en el 2020 registraron incrementos superiores al alza de la inflación anual. Según el primer informe del Observatorio de precios de costos de la salud de la Unión Argentina de Salud (UAS), el incremento de los insumos y los medicamentos son impuestos por una oferta muy concentrada frente a la que no hay ninguna posibilidad de negociación y van en desmedro del ingreso de sanatorios y honorarios profesionales. En el caso de los productos de alto costo hay una manifiesta relación con la variación del dólar, un valor inabordable para la mayoría de las empresas de salud, tanto financiadores como prestadores, señaló el trabajo de la entidad que nuclea a clínicas, sanatorios, hospitales, centros de diagnóstico, obras sociales, financiadores y servicios de urgencia.

Los medicamentos de uso hospitalario aumentaron un promedio de 278%, pero productos como el propofol (de uso en pacientes graves con Covid-19) tuvieron aumentos anuales de 335%, precisó el informe. Incluso, el acenocumarol -anticoagulante para evitar accidentes cerebrovasculares (ACV) en personas que padecen arritmias- incrementó su precio de venta al público 1.397%. Según el trabajo, los medicamentos de alto costo (algunos de ellos superan los $500.000 por unidad) tuvieron aumentos superiores a 55%; mientras que los fármacos de uso común en pacientes ambulatorios aumentaron 46,1%.

La variación acumulada de medicamentos y descartables con insumos Covid fue de 119,7%; mientras que en los últimos cinco años los medicamentos aumentaron un promedio de 487%. Según la UAS, tanto las empresas de medicina prepaga como los prestadores tuvieron que absorber los aumentos de medicamentos e insumos durante todo 2020 sin poder aumentar sus ingresos debido a que el aumento de cuotas de la medicina prepaga está regulado por el Estado y no contempla, hasta ahora, la evolución del aumento de estos costos. El último aumento antes del otorgado en enero de 2021, fue en diciembre de 2020 por un 10%.







Autor: REDACCION

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