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La grave amenaza que Rusia prepara en el Báltico 

IMAGEN INTERNET. DECLARACION. El canciller ruso Sergei Lavrov, habló en la Duma.

Para complicar aún más los riesgos ya no tan remotos de que esta guerra en Ucrania degenere en un conflicto nuclear, basta mirar un mapa. 

A la izquierda de Ucrania, con Bielorrusia y Rusia comienza el frente oriental del amplio territorio que enfrenta en el Este europeo a Rusia con la OTAN. Allí están los tres países bálticos. Lituania, Estonia y Estonia. Son pequeños, albergan en total a seis millones de habitantes en 170 mil kilometros cuadrados.

En 1940 la Unión Soviética los ocupó, y recién cuando la URSS entró en crisis hasta desaparecer del mapa en 1992 los tres recuperaron su independencia.

Cuando Vladimir Putin traumatizó al mundo con la invasión a Ucrania, a fines de febrero pasado, el presidente lituano profetizó "Ucrania no es el único objetivo de los rusos". Pareció a algunos un exabrupto porque los países bálticos forman parte de la OTAN y el artículo 3 de la alianza establece que un ataque a uno de sus miembros hace entrar automáticamente en guerra a los otro 29.

TERCERA GUERRA MUNDIAL

Tratándose de Rusia y Estados Unidos es alto el riesgo que el conflicto termine en una Tercera Guerra Mundial.

EL PROYECTO EN LA DUMA

Esta semana sin embargo, en el Parlamento ruso, la Duma, los diputados tratarán iniciativas que deciden abolir la decisión de la desaparecida URSS de conceder la independencia a Lituania, Letonia y Estonia.

En esos proyectos parlamentarios se alega que la independencia concedida por la URSS fue ilegal. Además algunos diputados explican una teoría más retorcida. La decisión rusa debe basarse en que los tres bálticos son territorios cuestionados por Rusia.

Como un artículo del tratado de Washington, cuando nació la OTAN, establece que no pueden existir en la alianza territorios cuestionados, el circulo se cerraría. La OTAN tendría que echar a los tres países bálticos y es obvio suponer cuál sería su destino.

De acuerdo a Clarín, créase o no en la Duma hay una corriente de diputados putinianos que sostiene la seriedad de esta tesis, que en la OTAN consideran disparatada.

La amenaza de una decisión rusa de cancelar la independencia de los tres países bálticos es real, está en la Duma el proyecto de ley presentado por el diputado Yevgeny Fedorof.

Desde Washington, el gobierno de EE.UU. hizo la aclaración de que su país no reconoció nunca la incorporación de los Estados bálticos a la Unión Soviética en 1940.

El diputado Fedorov respondió que si Rusia les revoca la independencia, la opción es sencilla: la OTAN debe expulsarlos de la alianza o aceptar “el comienzo de una tercera guerra mundial”.

EL BALTICO, UN "LAGO" DE LA OTAN

El frente oriental está animado hoy por la presencia de miles de soldados de los países de la OTAN. Hay propuestas de elevar el número a 25 mil. Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia han enviado también aviones y pilotos a los países bálticos para garantizar su defensa.

El frente oriental engloba al mar Báltico, donde Putin está sufriendo una derrota de proporciones. Su invasión a Ucrania llevó a Suecia y Finlandia, las dos naciones escandinavas de proclamada neutralidad desde hace décadas, a un cambio histórico. Ambos pidieron el ingreso a la OTAN. Con Noruega, ya miembro de la alianza occidental, sus territorios envuelven al mar Báltico, convirtiéndolo en un lago de la alianza atlántica. Los cambios son enormes.

David Rossi experto de geopolítica militar dijo que “Putin ha perdido la guerra de los mares europeos. Sus amenazas llevaron a Suecia y Finlandia a renunciar a su histórica neutralidad”.

LA OTAN

Pero la realidad de ese traspiés que compromete la capacidad militar rusa en el mar Báltico y por extensión en el Ártico, haciéndole perder la posición de ventaja geopolítica en los mares fríos europeos, aumenta la voluntad de Suecia y Finlandia de protegerse con el paraguas de la OTAN.

KALININGRADO Y SUS MISILES NUCLEARES

La amenaza rusa ha aterrorizado a suecos y finlandeses, especialmente en la última década. Asistieron al reforzamiento de la base de Kaliningrado.

El enclave ruso creado a fines de la Segunda Guerra Mundial en la vieja Konisberg, capital prusiana, que Stalin con gran visión incorporó a la URSS en el reparto territorial entre los vencedores, es una poderosa base de misiles nucleares que pueden alcanzar en poco tiempo a las principales capitales europeas.

Los suecos han reforzado la estratégica isla Gotland, en el medio del mar Báltico, convirtiéndola en un portaaviones insumergible protegida con armamento muy sofisticado. Finlandia modernizó más sus fuerzas armadas y compró 64 jets F35 que pagó diez mil millones de dólares al constructor norteamericano.

Hace unos días el presidente Putin respondió a estos movimientos de Suecia y Finlandia. “Daremos una respuesta”, dijo.

En mayo Manfred Weber, el presidente del partido Popular Europeo, el principal de la Unión Europea escribió que “Europa necesita un escudo nuclear”.

“Europa puede ofrecer un valor adjunto a la defensa del continente y debe organizar una disuasión nuclear de largo período”, agregó Weber.

En Alemania varios analistas señalaron que la amenaza atómica rusa reiterada casi cotidianamente, tiene un concreto riesgo en el enclave de Kaliningrado, bañado por el mar Báltico, entre Lituania y Polonia. Berlin está a solo 530 kilómetros de los misiles nucleares de Kaliningrado. Bastan pocos minutos, si los rusos lanzan misiles hipersónicos, para destruir la capital de Alemania.

Autor: REDACCION

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