MOISÉS VILLE (Por Marta Zinger). - La Escuela de Enseñanza Orientada N° 426 "Domingo F. Sarmiento" festejó su septuagésimo quinto Aniversario. Fue una celebración de alegría, reencuentros, emociones, magia, recuerdos. Se vistió de fiesta para honrar a sus fundadores, para la memoria de ayer, para vivir el hoy y soñar el mañana. Este establecimiento, también recordado como Instituto y Colegio Nacional, congregó a alumnos, personal y colaboradores que fueron escribiendo su historia y que se encontraron con los protagonistas del presente. Se descubrieron placas en memoria de los fallecidos, en ambos cementerios de la localidad, luego en el establecimiento.
En el acto protocolar, acompañaron a su directora María de los A. Ataide; Marcelo González, diputado; Jorge Oggero,
presidente comunal; Iván Simonella, supervisor, Regional IX del Ministerio de Educación; Claudio Badino, Cura párroco; Luis Liebenbuk, cantor litúrgico; Amalia Tauber, presidente de la Asociación Pro Sostén; Viviana Battistón, presidente Asociación Cooperadora; Norma Karlen, representante de la Comisión Profestejos; Marta Zinger, quien forma parte del Camino de la Educación Santafesina, Región IX de Educación; Directores de otros establecimientos educativos; exdocentes, ex no docentes; exalumnos, representantes de instituciones intermedias, familiares y público en general. Hubo palabras alusivas a la fecha y torta aniversario. Como símbolo y testimonio de la historia y las
generaciones que pasaron por sus aulas se plantó un ejemplar de Ginkgo Biloba, árbol de la vida. Dirigidos por el profesor de música Maximiliano Romero, los alumnos de antes y de ahora entonamos el Himno al Colegio, letra de Leonor Kaplan y Música de José "Coco" Glasberg. Se recorrió El aula del Recuerdo con ex alumnos que actuaron como guías, narrando la historia de la institución.
Continuó el almuerzo del reencuentro. Allí se desarrolló la magia, los guiños cómplices, un sin fin de sensaciones
intangibles que hicieron de cada momento algo sublime. Llegaron desde todos los puntos cardinales del país, también del exterior, otros enviaron sus emocionados mensajes. Exdocentes, exalumnos y colaboradores amenizaron con música y danzas. Llegaron los obsequios, las sorpresas y mucho más. Fue una jornada para rememorar y atesorar en
nuestro corazones, la nostalgia y el reconocimiento. Nuestra inmensa gratitud a todos los que hicieron posible estos momentos de alegrías, ilusiones y promesas para el futuro. Nosotros, los que nos quedamos y estamos, continuamos apostado por un futuro educativo prometedor.