Editorial

La era digital y el futuro laboral

Una radiografía del mercado laboral en América Latina y el Caribe realizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca que la tecnología puede cumplir un papel protagónico en la recuperación del empleo en la región. El informe asegura que la la pandemia de Covid-19 representa el mayor desafío para la sociedad de las últimas décadas, porque además de afectar a la salud de millones de personas, también está generando una crisis económica y de desempleo en todo el mundo. La pandemia está cambiando tanto la manera de producir como de consumir bienes y servicios, por lo que es muy probable que estos efectos puedan ser permanentes y que distintas ocupaciones cambien radicalmente o, incluso, desaparezcan resalta el documento. 

Para el BID, este fenómeno está afectando severamente a América Latina y el Caribe, pues es la región más desigual del mundo, lo que la hace más vulnerable. La mayor parte de los trabajadores de nuestra región trabajan en el sector informal y carecen de una red de protección social. Pese a que nuestros países han enfrentado diversas y profundas crisis, la naturaleza de la crisis generada por el Covid-19 y sus efectos sobre el empleo son diferentes. Las medidas de confinamiento y distanciamiento social establecidas por los gobiernos para mitigar la propagación del virus han afectado a la mayoría de los empleos y es muy probable que varios millones se destruyan de forma permanente.

De acuerdo con el Observatorio Laboral Covid-19 del BID, los niveles de desempleo y pobreza laboral han incrementado: en junio de este año llegaron a perderse casi 24 millones de empleos, lo que representa el mayor número registrado para la región. Tan solo en la Argentina, según datos oficiales del INDEC y del Ministerio de Trabajo, se perdieron cerca de 4 millones de puestos de trabajo. 

En este escenario, la tecnología se ha convertido en una alternativa viable para facilitar la recuperación de los empleos perdidos. Durante el confinamiento, una parte de la fuerza laboral se ha podido mantener activa gracias a ella. La pandemia ha actuado como un catalizador de las tecnologías disponibles, que habían tenido una adopción lenta hasta hace algunos meses: el teletrabajo, la capacitación a distancia y la utilización de plataformas digitales bajo demanda se han convertido en los protagonistas. En el primer caso, el confinamiento obligatorio ha venido acompañado de una gran demanda de aplicaciones para poder teletrabajar que permiten llevar a cabo reuniones virtuales, trabajar documentos en línea o incluso ventas.

Así, las descargas de estas aplicaciones se multiplicaron 20 veces entre enero y marzo de este año, pasando de 750.000 descargas mensuales a 15 millones. Las personas también han aprovechado esta coyuntura para mejorar sus habilidades a través del aprendizaje en línea al punto que las aplicaciones de capacitación a distancia aumentaron un 183% en marzo de 2020 respecto al mismo mes de 2019. En el caso de las plataformas digitales, la tecnología también ha creado oportunidades para la recuperación de fuentes de ingreso que ya ocurrían en algunas industrias, como hemos visto con el uso de plataformas como Uber. Por ejemplo, en un estudio del BID se muestra que la flexibilidad de horas y la oportunidad que ofrecen las plataformas de transporte para generar ingresos son muy valorados por quienes las utilizan para generar ingresos.

En este marco, el BID sostiene en una nueva entrega de la serie "El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe" que las tecnologías digitales pueden ser un gran aliado de los mercados laborales en la región, permitiendo generar valor y riqueza. Estas tecnologías pueden compensar los impactos negativos de la pandemia aunque esto conlleva superar muchos desafíos para su expansión masiva e inclusiva. De igual forma, resulta imprescindible adaptar la regulación laboral vigente y las reglas de funcionamiento de los sistemas de seguridad en la región.

El informe subraya, al mirar hacia el futuro, que la adopción de tecnologías digitales para el trabajo puede contribuir a tener trabajadores mejor preparados, más resilientes y productivos. Por ejemplo, una encuesta a trabajadores de distintas plataformas digitales en Argentina encontró que las razones más citadas para el uso de estas plataformas es la generación de ingresos y facilidad y flexibilidad para manejar sus horarios. El teletrabajo puede contribuir a mejorar la conciliación entre el trabajo y la vida e incrementar la participación laboral de la mujer y de personas con discapacidad física, quienes a menudo se enfrentan con la falta de accesibilidad en la vía pública y en los lugares de trabajo.

Más allá que la pandemia aceleró por necesidad las transformaciones en los ámbitos laborales, es claro que revitalizó un proceso de cambio que estaba en la agenda y que llegaría más temprano que tarde. Se requerirán espacios de negociaciones entre gobiernos, gremios y organizaciones empresarias para consensuar medidas que garanticen beneficios para cada una de las partes. 


Autor: REDACCION

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