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La construcción muestra un leve repunte

CONSTRUCCIÓN. Es considerada la industria madre por su efecto multiplicador.
Crédito: FOTO ARCHIVO

Desde el año 1955, cada 17 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Construcción, con un significado universalista, ya que ese día del año 1869, se habilitó al tráfico internacional el Canal de Suez. Dicha obra se transformó en un verdadero símbolo de las posibilidades de la industria de la construcción puestas al servicio de la humanidad, ya que permitió a unión de dos continentes.

El impacto sobre el comercio de esta mega obra de construcción fue importante porque permitió el traslado de mercancías, productos, materiales y pasajeros alrededor del mundo en un tiempo récord al generar una ruta más corta entre Europa y países como China y Japón entre tantos otros.

En el proyecto participaron diversos países, desde el estudio responsable del diseño hasta la empresa encargada de su ejecución. Además, por tipología constructiva, se rompieron los límites entre dos continentes, Asia y África, dejando a la región del Sinaí transformada en una península.

A dos días del Día Mundial de la Construcción, es posible afirmar que esta actividad es y seguirá siendo el motor de la economía del país. Como actividad en sí misma, agrupa la creación, ampliación, refacción y remodelación de edificios, estructuras e instalaciones, tales como viviendas, plantas industriales, oficinas, carreteras, puentes, muelles, vías férreas, obras de electricidad, riego e hidráulicas, y toda clase de obras impulsadas por la experiencia y conocimiento de mujeres y hombres, quienes aportan a la economía del país y el bienestar de sus compatriotas.

De esta forma, la industria de la construcción puede considerarse como un valioso termómetro de la situación económica de un país, reflejando un gran auge en períodos de crecimiento económico y, por el contrario, importantes descensos durante lapsos críticos. El carácter pro-cíclico de la construcción, a nivel mundial, se plasma en su elevada dependencia de los indicadores económicos, tanto expansivos como recesivos.

A nivel mundial, la construcción como industria, comparativamente con otros actores productivos, es quien más aporta para el crecimiento de las economías de los países o regiones donde se impulsa, en términos de PBI, dado su elevado nivel de empleo intensivo de mano de obra, al tiempo de generar un singular, y casi exclusivo, efecto multiplicador en otras industrias secundarias, a las cuales les demanda servicios e insumos capaces de aportar valor agregado a su cadena productiva. Por ello, se la reconoce como “la industria madre”.

En la Argentina actual, la tendencia al alza del sector en los últimos meses ha generado expectativas positivas para el futuro inmediato. La estabilización macroeconómica gradual y la reaparición del crédito para el sector privado (incluido el hipotecario), comienzan a impactar en forma favorable en la dinámica del sector.

En septiembre último, el nivel de actividad de la construcción aumento 2,6% en comparación con los datos de agosto, aunque contra el mismo mes del año anterior el descenso fue muy pronunciado, casi 25% abajo fundamentalmente por el freno de la obra pública.

En la provincia de Santa Fe, el Gobierno busca promover el sector de la construcción con la inversión en obra pública pero también con un sistema de créditos hipotecarios Nido.

En Rafaela, se observa la construcción de numerosos edificios, que en muchos casos presentan un importante avance, como es el que está ubicado en bulevar Yrigoyen al 700 o el que se encuentra en la segunda cuadra de calle Pellegrini. También sobre calle Lavalle se erige un nuevo edificio de altura. Y en calle Arenales se sumaron dos nuevos edificios de entre 4 y 5 pisos, lo que dinamiza el sector de la construcción local.

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