Editorial

La clase media

El dinero plástico, como se conoce a las tarjetas de crédito, es un instrumento poco menos que elemental para que la clase media pueda sostenerse como tal, en cuanto a las compras y gastos, aunque en base a endeudamiento, lo cual le significa además tener una muy baja capacidad de ahorro. En este momento, el 72% de los consumidores está pagando créditos con dinero plástico, tal como lo establece una encuesta de una consultora privada, encargada por el grupo francés BNP Paribas, cuya especialización son precisamente los créditos para el consumo.

Una de las razones fundamentales por las que los argentinos de nivel socioeconómico medio, continúan motorizando su poder de compra a través del uso de tarjetas, es de manera esencial por la inflación que hace volcar los recursos en compras y tratar de anticiparse a los efectos negativos de la erosión de alrededor 30 puntos anuales que tiene el dinero, pero además, por la incertidumbre que existe respecto a la composición de los ingresos. Es por esa razón que casi todos los proyectos de compra que se tienen para el presente año, serán financiados por las tarjetas y en la mayor cantidad de cuotas posible.

Este sondeo, que constituye una radiografía respecto a las condiciones que ofrece cada lugar, fue realizada sobre 13 países, iniciándose justamente en la Argentina y sobre un muestreo sostenido en 1.020 personas extraídas de los tres niveles de consumo, inquiriéndose respecto a la disposición del ahorro, actitud de consumo, el gasto y algunas otras variables. Un dato a destacar es que la mayoría, además de los datos ya revelados, considera que este 2012 se desarrollará sin mayores cambios, por lo cual se mantendrá el nivel de consumo.

Para trasladarlo a los números, 9 de cada 10 encuestados estimó que este año podrá seguir consumiendo, acercándose en características mucho más al consumo nivel europeo que al brasileño, y además, que 8 de cada 10 lo hará a través de la utilización de la tarjeta de crédito. De modo especial, el dinero plástico se encuentra más relacionado a los gastos de viajes, ocio, o reformas o equipamientos de la vivienda, con lo cual tenemos que todo tiene conexión con créditos de corto plazo, ya que por ejemplo, los créditos a largo plazo como los destinados a la compra de viviendas, muy pocos lo ven como algo accesible.

El 43% se encuentra endeudado, y los hombres 47% más que las mujeres 38%, mientras que un 26% está pagando préstamos personales, la mayoría de los cuales fue destinado a la compra de electrodomésticos.

Y finalmente, respecto al ahorro, tomando el nivel socioeconómico alto hay 6 de cada 10 que pueden ahorrar, aunque en el nivel medio desciende a 4 de 10 y en el bajo a 3 de cada 10 personas.

El riesgo país

Aún cuando se trate de algo coyuntural y sujeto a los vaivenes de aspectos económicos y jurídicos, el riesgo-país ha vuelto a ubicar a nuestro país en lo alto de esta tablita que tiene una marcada influencia en el plano internacional, de manera especial en lo que hace al destino de las inversiones, y también en las tasas para créditos. El extremo y rígido control de cambios implementado, que se viene haciendo cada vez más duro, es una de las razones que influye fuertemente para elevar el riesgo, provocando además bajas en los bonos de deuda.

Por estos días el riesgo país argentino se ubicó por sobre el de Venezuela, que es el otro país que mida muy alto en la región latinoamericana, quedando otros como los de Perú, Brasil y México en ese orden, aunque unas 10 veces menor que aquellos.

Los actuales niveles de la Argentina encuentran un antecedente similar en 2009, cuando la actividad económica se vio alterada por los coletazos de una fuerte crisis derivada del plano internacional.

Más allá de los puntos básicos, en lo que hace a los seguros de default, la Argentina quedó en tercer lugar -detrás de Grecia y Chipre- por los más caros al tratar de cubrirse de una eventual falta de pago, lo cual si bien es considerado muy improbable, constituye de todos modos un índice de evaluación al momento de los análisis en los grandes centros financieros mundiales. En números, digamos que para asegurar 100 dólares de títulos argentinos, lo mercados exigen un pago de algo más de 14 dólares, habiendo tenido en lo que va del año un aumento del 36%.

Autor: Redacción

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