Editorial

La ciudad o el campo

La ciudad o el campo, esa es la cuestión desde hace décadas. Una persona se enfrenta a la decisión de su vida, ¿dónde intentar construir su futuro? La tendencia que marcó la segunda mitad del siglo pasado sobre la emigración masiva a las ciudades deja el interior del interior con escasa cantidad de habitantes. 

El último censo de la Argentina, correspondiente al año 2010 -está desactualizado, pero es el último oficial para efectuar análisis-, en el país hay unos 2500 pueblos rurales donde viven alrededor de 1,3 millones de personas, aunque a esta cifra se le debe sumar más 2,6 millones de población rural dispersa. Según diversos estudios, unas 400 localidades ven disminuir en forma sistemática su población al punto que corren el riesgo de transformarse en pueblos fantasmas. En tanto, otros 400 apenas seguían en declive bajo esa misma amenaza de desaparecer. De acuerdo al censo de 2001, 90 pueblitos se quedaron sin habitantes.

En la provincia de Santa Fe vivía según el Censo de 2010 un total de 3.194.537 personas, de las cuales 2.902.245 residen en centros urbanos, 153.396 en áreas rurales agrupadas y otras 138.896 en zonas rurales dispersas. 

Los estudios demográficos actualizados revelan que en la Argentina, donde cerca del 9% de la población es rural, aproximadamente el 80% de los núcleos habitados son localidades con menos de 2000 personas, mientras que sólo 17 ciudades concentran el 60% de la población. 

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) señaló que más de la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas y se espera que para el 2050 el porcentaje alcance al 66 por ciento. Este detalle ya había sido anticipado por un informe de la ONU en 2014 que señalaba que el 54 por ciento de la población mundial residía en áreas urbanas y que en 32 años iba a llegar al 66 por ciento. También indicaba que los mayores incrementos se producirán en India, China y Nigeria, que en conjunto representarán el 37% del aumento previsto entre 2014 y 2050.

Para analizar el fenómeno que es de carácter mundial, Buenos Aires será sede de la próxima Conferencia sobre "Desarrollo humano e inclusión social en un mundo crecientemente urbanizado", entre el 30 de agosto y el primero de septiembre próximos. Será organizada por la Universidad Católica Argentina (UCA), en colaboración con la FLACSO y se prevé la participación de más de 350 académicos y formadores de políticas del mundo. Los especialistas analizarán los desafíos urbanos desde la óptica del enfoque de las capacidades y también para impulsar en el país nuevas formas de comprender y medir la pobreza y diseñar políticas efectivas para combatirla, indicó la Universidad Católica Argentina.

Además, señaló que la intensa interacción social, cultural y económica de la aglomeración de personas en ciudades ofrece diversos beneficios para el desarrollo humano y económico, sin embargo, también plantea numerosos desafíos. En tal sentido, advirtió que "la fragmentación social, la segregación residencial y el amplio crecimiento de asentamientos informales reflejan la persistente desigualdad social y económica en el contexto de la expansión de las ciudades".

Ante este éxodo rural, la agenda de los gobiernos debe contemplar una batería de políticas públicas para promover el arraigo en los territorios rurales. En la Provincia de Santa Fe se creó el Programa "PuebloMío", que tiene como objetivo el desarrollo económico y poblacional de las comunas de toda la provincia, a través de la implementación de herramientas, iniciativas y acciones interministeriales.

Esta iniciativa acompaña la instalación de nuevos emprendimientos productivos en terrenos o áreas industriales propuestas por las localidades, realiza los estudios de factibilidad, gestiona y evalúa con la Empresa Provincial de la Energía el tendido eléctrico y la instalación extramuros. A eso se suma la generación de un régimen de promoción industrial con beneficios impositivos, fiscales y tarifas diferenciales que sirvan como aliciente para atraer las inversiones, entre otras acciones.

No es fácil para los jóvenes en particular dar respuesta a sus inquietudes en las comunidades rurales. A veces no encuentran las oportunidades para avanzar hacia su realización personal. A veces fascinan las luces de las grandes ciudades, con sus aparentes múltiples oportunidades, pero también con sus peligros. Sin embargo, la migración hacia las grandes ciudades pone a los gobiernos locales frente a desafíos difíciles de cumplir en materia de empleo, educación y vivienda, fundamentalmente. 

Muchas familias que se radican por caso en Rafaela proveniente de pequeñas poblaciones de una gran región lo hacen para estar más cerca de la escuela o de un centro de salud. A veces es dura la vida en el campo cuando ante una emergencia de salud hay que recorrer decenas de kilómetros en busca de asistencia. Son factores que se colocan en la balanza a la hora de tomar decisiones. De todos modos, la recuperación de los sectores productivos ligados al campo es una buena noticia porque crea alternativas en los pueblos y favorece el arraigo. 








 

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web