KIEV, 22 (AFP-NA). - El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó el lunes a Kiev para expresar su apoyo a las autoridades prooccidentales, enfrentadas a Moscú, que acusó a Ucrania de violar el acuerdo cuatripartito para rebajar la tensión en el este separatista.
Durante su visita de dos días, Biden reafirmará su apoyo al gobierno. La Casa Blanca amenazó con tomar nuevas sanciones contra el Kremlin, al que acusa de seguir atizando las tensiones en el este del país, la peor crisis desde la Guerra Fría.
En tanto, los gobiernos de Estados Unidos y Rusia se hicieron
el lunes llamamientos recíprocos para hacer aplicar, por sus
respectivos campos en Ucrania, el acuerdo de Ginebra que debe
poner fin a la crisis en el este del país, afectado por una
insurrección separatista.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo
este lunes que Estados Unidos debe presionar a las autoridades de
Kiev para que respeten los acuerdos asumidos la semana pasada en
la reunión en Ginebra para poner fin a la crisis en Ucrania.
En comunicación telefónica con su homólogo estadounidense John
Kerry, Lavrov "pidió al secretario de Estado que presione a Kiev
para evitar que algunos demasiado impetuosos provoquen un
conflicto sangriento y llamó a los dirigentes ucranianos a cumplir
estrictamente sus obligaciones", según un comunicado del
ministerio de Relaciones Exteriores.
De su lado, John Kerry llamó a Rusia a tomar "medidas
concretas" para implementar el acuerdo cuatripartito para rebajar
la tensión de la crisis en Ucrania.
En una llamada telefónica a Lavrov, Kerry "solicitó a Rusia
tomar medidas concretas para ayudar a aplicación del acuerdo de
Ginebra", como llamar "públicamente a los separatistas a desocupar
edificios", señaló la portavoz Jen Psaki.
Durante su visita de dos días, Biden reafirmará su apoyo al
gobierno mientras la Casa Blanca amenazó con tomar nuevas sanciones contra
el Kremlin, al que acusa de seguir atizando las tensiones en el
este del país, en la peor crisis desde la Guerra Fría.
El acuerdo de Ginebra quedó debilitado por un tiroteo mortífero el domingo
en el este de Ucrania y la negativa a dar marcha atrás de los
militantes prorrusos que han tomado el control de una decena de
ciudades en la región.
El acuerdo reclama a todos "los grupos armados ilegales" de
Ucrania que entreguen las armas y cesen la ocupación de edificios
públicos y otros lugares.
Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han reforzado su
despliegue militar en el este de Europa y tanto Washington como la
Unión Europea se han comprometido a aportar ayudas
multimillonarias para recuperar la economía ucraniana.
Moscú por su parte advirtió que no tolerará nuevas sanciones
estadounidenses si fracasa el acuerdo e insistió en que dispone de
miles de tropas desplegadas en la frontera.
Indicó que los líderes ucranianos, cuya legitimidad no
reconoce, recurren a la fuerza contra los "manifestantes".
En el este de Ucrania, la situación era de calma aparente el
lunes. Los insurgentes seguían controlando los edificios públicos
que llevan ocupando desde hace más de una semana.
"No hubo tiroteos durante la noche", señaló a la AFP Yevgen
Gorbik, un prorruso vestido con uniforme de camuflaje y una gorra
militar en una barricada en Slaviansk. "Sólo dispararemos si nos
atacan", añadió.
Resumió así la situación: "Tenemos en Ucrania a un presidente
virtual, un ejército virtual y una guerra virtual".