Ante la caída en la imagen del Gobierno nacional por el impacto de la crisis económica y la posibilidad real de una derrota electoral en las elecciones nacionales que terminaría con la aspiración reeleccionista del presidente Mauricio Macri, apareció un plan de urgencia para reactivar el consumo que articula créditos, financiación en cuotas a través de Programa Ahora 12 con un acuerdo de precios en torno a más de 60 productos. Al mismo tiempo, se endurecieron las acciones del Banco Central en un nuevo intento por estabilizar el dólar y de esa manera contener al menos hasta las elecciones la inflación. Con este paquete, el Gobierno se propone reducir el hastío de la gente ante el alza constante de los precios y la pérdida del poder adquisitivo. Si logrará cumplir el objetivo se sabrá con el transcurso del tiempo.
La consultora Ecolatina consideró que siendo consciente de la relevancia del consumo en la actividad, pero fundamentalmente leyendo en clave política la importancia de esta variable en el humor social, el gobierno implementó una serie de medidas con el objeto de reactivar el consumo en la previa electoral. En términos económicos, no sólo se busca una mejora del poder adquisitivo que traccione la actividad comercial e industrial, que sume al impulso del agro, sino que se espera que las empresas recompongan sus márgenes a través de mayores cantidades vendidas y no vía aumentos de precios, consignó en su último análisis.
En este escenario, destaca que la principal política que favorece el consumo es la estabilidad del tipo de cambio. Al respecto, de mantenerse esta calma iniciada luego de que el BCRA anuncie que podría intervenir en el mercado cambiario, la inflación podría continuar su sendero decreciente para alcanzar un sentido de 2-2,5% mensual en la segunda mitad del año.
Otro factor que hace a la cuestión es la actualización de los salarios, vital para revertir el descontento social. A diferencia del año pasado cuando las paritarias se fijaron en base a una inflación esperada que resultó significativamente mayor, este año las negociaciones salariales buscaran recomponer el poder adquisitivo perdido en 2018. Como resultado, las paritarias se están acordando en torno al 30%, lo que sumado a las subas del primer trimestre, llevarán a que los salarios acumulen un alza de al menos 40% hacia el cierre del año, consigna Ecolatina. El análisis agrega que si bien esta dinámica no impedirá que el salario real permanezca deprimido en la comparación interanual (en promedio caerá más de 6% interanual), sí ayudará a que el poder adquisitivo se recupere lenta pero sostenidamente mes a mes, lo que será central para las aspiraciones electorales del oficialismo.
Tras los paupérrimos resultados del primer cuatrimestre de este año, el Ejecutivo acudió a viejas recetas para estimular el consumo en el corto plazo. En primer lugar, estableció el programa de Precios Esenciales que consiste en congelar el precio de 64 productos de primera necesidad por seis meses. Si bien esto puede ser un aliciente a la hora de llenar el changuito, los problemas de abastecimiento existen y el impacto desinflacionario es prácticamente nulo debido a que representan una pequeña canasta en comparación a todos los bienes y servicios que releva INDEC.
En segundo lugar, la ANSES abrió la posibilidad de otorgar créditos a jubilados y perceptores de AUH, con tasas que van desde el 40 y al 50%, aproximadamente la mitad de la que se ofrece en bancos. Adicionalmente, en las últimas semanas también se anunció una significativa mejora del programa “Ahora 12”, destinado en mayor medida a hogares de ingresos medios.
La pregunta es si estas medidas serán suficientes. De acuerdo al reporte de Ecolatina, el éxito de estas medidas descansa en la capacidad que tenga la autoridad monetaria de controlar el mercado cambiario. En este sentido, si la demanda de dólares provoca una nueva corrida cambiaria, cualquier acción en pos de favorecer el consumo será insuficiente, ya que la inflación se aceleraría nuevamente derrumbando el salario real. Por el contrario, de reinar la estabilidad del tipo de cambio, el consumo de las familias repuntaría en la previa electoral debido a la mejora en el margen del poder adquisitivo y al impacto positivo de las medidas.
Sin embargo, no se espera un avance explosivo debido a la incertidumbre política que atravesará al país en los próximos meses. Al mismo tiempo, aunque el consumo se reactive, el impacto sobre la producción no será lineal debido a los altos stocks que mantienen algunos rubros, por lo que también su incidencia sobre el empleo será acotada. Sin embargo, la sensación de mejores perspectivas elevan las chances del gobierno de reelegir, por lo que las presiones cambiarias podrían atenuarse y así aumentar la probabilidad de éxito del “Plan Alivio”.
Lo curioso en todo este análisis que más allá del pack de medidas económicas, la más importante para darle calma al Gobierno y a su relación con lo mercados fue de carácter política: la elección de un opositor para integrar la fórmula presidencial.