Editorial

Juventud y droga

La droga es irrefrenable, con un avance incontenible en materia de consumo. Sin distinciones, tanto aquellas más caras y sofisticadas como las más baratas y dañinas, siendo de todas ellas la más consumida la marihuana. De lo cual da cuenta un relevamiento realizado en 814 escuelas de toda la Argentina, con la participación de 90.450 adolescentes, que dejaron el testimonio de sus experiencias.

La principal conclusión es que el 10% de los adolescentes admitió haber fumado un porro de marihuana en el último año, registrándose un avance notable ya que en una encuesta similar efectuada en 2001 los que hacían igual admisión sumaban el 3,5%, habiéndose por lo tanto triplicado el consumo, y más grave aún en este caso preciso, pues se trata de jóvenes que van iniciándose con esta droga para luego ir incursionando con otras calificadas "fuertes".

De acuerdo con el estudio, la edad de iniciación con esta droga ronda los 15 años, un poco después que el alcohol y el tabaco, que son los grandes inductores hacia las adicciones de todo tipo. También se pasa por los estimulantes, anfetaminas, para arribar a la marihuana, y de allí a cocaína los de mayor poder económico, y al paco los que carecen de recursos. Además de completarse todo ese escenario con otra serie de químicos alucinógenos, que hacen de las drogas un flagelo realmente importante, que va minando las bases mismas de la sociedad, impactando no sólo en las familias y el desarrollo humano, sino, y  muy especialmente, en el incremento de la delincuencia y el nivel de violencia.

Las edades en que se producen los diferentes niveles de consumo, según los datos obtenidos en este trabajo, dan cuenta que quienes tienen 17 años o más consumen a razón del 17%, los de 15 y 16 años a razón de 11%, y los de 14 años o menos en el 4 por ciento.

La edad en que se produce el inicio es muy importante, de acuerdo lo puntualizan los entendidos en el tema de la droga, ya que adelantándose el comienzo existe un 5% más de posibilidades de que se desarrolle una adicción. Lo cual es lo más peligroso mirando a futuro, pues seguramente quienes se inician en el consumo de marihuana, droga sobre la cual los adolescentes tienen la percepción que es la menos perjudicial e incluso ni siquiera eso, además de la facilidad para conseguirla, con posterioridad tendrán muchas chances de pasar a otro tipo de droga de mayor potencia.

Entre quienes dijeron haber fumado uno o más porros durante el último año, casi la mitad (el 49,1%) admitió que sólo lo hace en forma ocasional, es decir, algunas veces y sin continuidad, mientras que para el 21,7% el consumo fue solamente experimental -por el sólo hecho de "probar pues los demás lo hacen"-, en tanto que el 27,3% restante sí tiene un consumo frecuente de la droga, consumiendo en forma semanal o diaria.

Además de la marihuana, que lleva la delantera muy distanciada en cuanto a la preferencia de los adolescentes, la segunda droga en orden que prueban o consumen es el éxtasis, entre las ilegales. Ni que decir del alcohol y el tabaco, que son legales, y por lo tanto de sencillo acceso y de gran nivel de consumo.

Este estudio realizado por el Sedronar, también revela que el 60% de los fumadores recién iniciados y de bajo consumo, tienen un riesgo bajo en cuanto a consecuencias tanto propias como de su entorno; otro 30% tiene un riesgo moderado por ser de mayor y más asiduo nivel de consumo, y finalmente el 14,7% es de alto riesgo debido al consumo sostenido.  Según la repartición oficial hay 24.000 estudiantes en situación de alto riesgo, llegándose a esta instancia luego de responder a un total de seis preguntas las cuales establecen claramente el nivel de consumo, asiduidad y grado de dependencia.

La cocaína también aparece como otra de los drogas ilícitas de consumo estudiantil, aunque aquí no se advierte evolución significativa, pues del 2,2% registrado en una encuesta de 2005 se está ahora en los datos relevados en 2011 en el 2,7%, aunque si retrocedemos más y pasamos a 2001, entonces era de 1 por ciento, habiéndose por lo tanto duplicado desde entonces. Otro dato muy preciso a tener en cuenta respecto a la cocaína es que es la más fácil de conseguir luego de la marihuana.

Y finalmente, un dato muy preocupante, es que el 18,4% de los jóvenes siente curiosidad por probar alguna droga, en tanto que el 25,3% admite haber tenido ofrecimientos para iniciarse en el consumo de marihuana, el 10% en la cocaína y un 5% en el paco y éxtasis.

Autor: Redacción

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