Seis semanas de receso, excepción en el pago del impuesto a las Ganancias y salarios que multiplican varias veces el sueldo promedio, son los beneficios de los jueces federales que se extienden también a su retiro: tienen un régimen de jubilación especial que, en promedio, superan los $ 200.000 por mes, según datos oficiales analizados por el diario La Nación.

La mitad de los 611 jueces federales (la mayoría son hombres) que forman parte de este régimen pasan a retiro antes de los 62 años, tres menos de lo previsto para los hombres en el sistema previsional. Las jubilaciones especiales de los magistrados le cuestan al Estado $1400 millones por año, de acuerdo los miles de registros analizados en base a información del Consejo de la Magistratura.

Las jubilaciones especiales son un privilegio que también aprovechan jueces polémicos. Algunos, incluso, que tuvieron que retirarse antes de ser echados por mal desempeño en sus funciones. Quizás el caso más representativo sea Norberto Oyarbide, el juez más cercano a los Kirchner, que se jubiló apenas Mauricio Macri desembarcó en la Casa Rosada. Oyarbide percibe $ 176.000 mensuales en bruto.