Editorial

Irlanda, la crisis y el euro

B/N ¿Por qué ocurre esto en Irlanda? Por la misma razón que primero fue Grecia, más tarde España, Portugal e Italia: el euro.

Fue mencionado por la derecha argentina como el ejemplo de lo que deberíamos haber logrado ser y nunca conseguimos. Básicamente, porque ellos eran todo lo europeo que nosotros, los argentinos, siempre quisimos ser y nunca pudimos. Ahora, está envuelta en una crisis de la que nadie sabe efectivamente cómo saldrá y cuáles serán los sectores que quedarán mal parados.
Estamos hablando de Irlanda, un país que durante mucho tiempo fue como erigido como un modelo a seguir por toda Latinoamérica, por su capacidad de reconversión. Ahora, están deseando nunca haber entrado a esa magnífica burbuja que –al igual que nosotros en la década del ’90- los hizo imaginarse en un primer mundo soñado.
Hasta hace un año, el nivel de endeudamiento de Irlanda (relación deuda/PBI) era de los más bajos de la Unión Europea (41%) y el bono público a 10 años pagaba una tasa de interés del 0,25% por debajo del alemán, considerado como parámetro de bajo riesgo en el continente. Eran la consecuencia de una década de gran expansión económica, con tasas de crecimiento superiores al doble de la media europea y con una llegada de inversión extranjera directa masiva (principalmente compañías tecnológicas). Parecía que Irlanda había encontrado la fórmula para crecer a tasas muy altas y convertirse en una economía de punta.
Pero como sucedió en otros países europeos, el crecimiento de la economía impulsó una burbuja especulativa en el mercado inmobiliario que ahora se está pagando duramente. El estado irlandés intentó proteger a los bancos, algo que no sólo tuvo un efecto negativo en la economía, sino también a nivel político, puesto que se perdió la credibilidad en el gobierno.
Ahora está esperando por un salvataje internacional, algo que a los argentinos nos recuerda -y mucho, lamentablemente- al fracasado “blindaje” que nunca logró evitarnos el desastre.
"Habiendo obtenido nuestra independencia política de Inglaterra para ser dueños de nuestos propios asuntos, ahora hemos rendido nuestra soberanía a la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI" dijo un editorial del Irish Times, titulado, para más énfasis, "¿Fue para esto?".
¿Por qué ocurre esto en Irlanda? Por la misma razón que primero fue Grecia, más tarde España, Portugal e Italia: el euro. ¿Cómo es eso de que la moneda continental es el problema? Para responder a esto, primero saber cómo se originó esta moneda: en 1992, con el Tratado de Maastricht, se crea la Unión Europea (UE) y se inició también el camino hacia una unión monetaria, cuyo objetivo explícitamente antiinflacionario impuso duras condiciones a quienes se incorporasen a él. ¿Cúales eran? Los futuros miembros debían alinear sus tasas de inflación e interés, lograr un déficit fiscal inferior al 3% del PIB, y tener una deuda pública no mayor que el 60% del PIB. Suecia, Gran Bretaña y Dinamarca no aceptaron estas condiciones. Otros países, en especial, los más pequeños, hicieron lo imposible para ingresar, puesto que le garantizaba tener un acceso a un mercado mucho más grande que el interno y el respaldo del resto de los miembros de la UE. En el 2004, la UE incorporó así 10 nuevos miembros, llevando el total a 25 países y 450 millones de habitantes.
Mario Rapaport, investigador del Conicet, en una nota publicada por Elargentino.com, muestra claramente cómo es que el esquema ideado en 1992 comenzaba a fallar 15 años después: ninguno de los integrantes de la UE cumplía con el Tratado de Maastricht. En los últimos diez años esa inflación fue, por ejemplo, el doble o más del doble en Grecia, Irlanda y España, que en Alemania o Francia.
Para el docente de la UBA, la moneda única se transforma en una trampa: porque para mejorar la situación de cada país, deben devaluar, con lo cual deben desprenderse de la UE. Pero esto también generaría inconvenientes, puesto que la situación en lo inmediato empeoraría, dado que deberían financiarse a tasas de interés más altas. Al mismo tiempo, quedarse implicaría caer en una recesión, con todo lo que ello indica. Dicho de otra forma, Irlanda, como la Argentina predevaluatoria, se encuentra en una situación en donde sólo puede perder.
Quizás ahora sea el turno de ellos para que encuentren su propio modelo.

Autor: Adrián Gerbaudo

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