Cada tanto dedicamos el espacio de esta columna a alguna red social de éxito. Ya lo hicimos con Facebook, con Twitter, en su momento con Linkedin y Pinterest. Ahora es el turno de Instagram, una plataforma que se encuentra en pleno crecimiento.

Para algunos son sólo nombres, otros tienen una cuenta en cada una de ellas. Y no es que estén locos por conectarse, es que el tiempo hace que nos terminemos comunicando mediante todas las redes sociales, ya no nos alcanza una sola -la sensación de estar siempre conectados se profundiza con los smartphones y su poder de sincronizar cuentas de correo o redes sociales-.

Instagram tiene un concepto similar a Pinterest, pero nace con la idea de reportar el minuto a minuto mediante una imagen o video y publicarla, obviamente. Es, quizás, un retrato de la cultura de la imagen que domina estos tiempos. Muchos la denominan como la red social “emocional”. Cuenta, por supuesto, con el apoyo de Facebook, dado que la empresa de Mark Zuckerberg pagó "apenas" mil millones de dólares para quedarse con Instagram a principios de 2012. Pero igualmente antes y después de la adquisición esta nueva red social -surgió en 2010 a partir de dos amantes de la fotografía- ha demostrado un avance impresionante en el mundo digital.

Se denomina como una red social más emocional porque el canal que utiliza para su desarrollo, como dijimos antes es principalmente una plataforma visual y casi nada tiene que ver con las palabras. De hecho permite entre 90 y 100 caracteres. Por supuesto que luego cuenta con todos los implementos de una red social, donde los contenidos se comparten y pasan de perfil en perfil o muro en muro y esto hace cada vez más interesante la apuesta. Instagram desarrolló un software para aplicar filtros de colores a las fotos que toman los usuarios con sus móviles iPhone o con sistema Android.

Pero no nos olvidemos de la posibilidad de “hashtagssear” (vincular contenido a través del hashtagsse - # -) donde la creatividad de vínculo hace que esa viralización se convierta en algo mucho más vincular.

Si hacemos una relación con las marcas nos damos cuenta que prácticamente todo lo que tiene que ver a la hora del Branding es justamente emocional, entonces ¿Por qué no una marca relacionada con esta red social? Existen algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de incorporar una marca a una red social, y a esta también.

Conocer la parte legal a la hora de publicar es importantísimo para comenzar con una campaña de imagen de marca en redes sociales.

Pero además de eso el resto es crear un concepto similar al que se quiere dar en cualquier otro medio, la diferencia, y principalmente en Instagram es justamente el dinamismo a tener en cuenta. Si vamos a tener una red social, hay que mantenerla dinámica, sino la marca pierde presencia. Instagram en este sentido es muy dinámica, justamente el concepto es mostrar todo el tiempo lo que estamos haciendo -¿como un reality de tv?-.

No sólo nos permite mostrar fotos sino además videos, y con la particularidad que podemos editar todo a nuestro gusto, facilitando la forma de subir momentos, sin tener que pasar por otras herramientas, sacamos la foto, la editamos y la subimos, desde cualquier plataforma móvil.

Por tal motivo, y dado a que es una red social visual, es importante crear un equilibrio entre las fotos de productos y las institucionales y otras totalmente de concepto, estas son las que hacen la diferencia, las que le agregan valor a nuestra marca. Otro punto importante es tener en cuenta el perfil de los seguidores de la marca, esto no sólo nos muestra algunos aspectos de nuestro mercado, sino que además ayuda a “cultivar” más la cantidad de seguidores.

Por último y no menos importante es necesario generar un vínculo entre todos los medios que estemos usando. Si tenemos una cuenta con nuestra marca en el resto de las redes sociales, desarrollar acciones para que todas estén con mensajes similares, que exista una planificación y un sentido de comunicación.

No olvidemos que estos medios mal llamados (considerando el tiempo en el que estamos) “no tradicionales” son los que mueven las masas y es interesante para las marcas llegar digitalmente a estos canales para tener ese vínculo con el consumidor, pero para eso siempre hay que estar preparados.