El aumento del 66,9% interanual de la recaudación impositiva de julio volvió a mostrar la preponderancia de los ingresos derivados del comercio exterior por sobre los relacionados con la actividad interna, al punto que estos solamente consiguieron igualar a la inflación estimada de los últimos doce meses.
De acuerdo con el informe dado a conocer por el Ministerio de Economía, los ingresos tributarios relacionados con el mercado interno alcanzaron el mes pasado a $453.747 millones y fueron los que mostraron el menor incremento porcentual respecto del mismo mes del año pasado, con un alza del 51,7%.
En el mismo lapso, los recursos de la Seguridad Social aportaron $240.007 millones y crecieron 62,6%, en tanto la suma de los provenientes del Comercio Exterior (derechos de exportación y de importación, tasa de estadística e IVA, Ganancias, Internos y Combustibles recaudados por la Dirección General de Aduanas) fueron la estrella del mes con $239.445 millones y un aumento interanual del 113,1%.
Si bien la inflación interanual de julio que se dio a conocer el pasado 12 de agosto a través del habitual informe mensual del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), debe tenerse en cuenta que el Indice de Precios al Consumidor de julio del año pasado fue del 1,9%, una marca que logró superarse en esta oportunidad por más de un punto porcentual, al confirmarse que fue del 3%.
De esa forma, la inflación interanual, que fue del 51,8%, fue similar a la evolución de la recaudación impositiva vinculada al mercado interno. Asimismo, el incremento real (deducida la inflación del período) se ubicó en el 10% en el nivel general, por el impulso del 40,6% de aumento de los tributos de comercio exterior.
Ese aumento fue el menor de los últimos cinco meses, lo que deja en evidencia la importancia de la base de comparación que representan los primeros tiempos de la pandemia, con las restricciones a la actividad económica derivadas del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO).
En ese sentido, el aumento real de marzo fue del 22,1%, debido a la incidencia de los últimos doce días de ese mes en 2020, cuando tuvo inicio la cuarentena y, en consecuencia, se estableció una base de comparación menor a la habitual. Ese fenómeno quedó mucho más en evidencia en abril, el primer mes de aplicación plena del ASPO, en el que la mejora de la recaudación interanual en términos reales fue del 40,8%.
En mayo, tanto por el confinamiento dispuesto en 2021 como por el inicio de algunas flexibilizaciones en 2020, ese crecimiento real se redujo al 14,3%, mientras que en junio se confirmó la tendencia decreciente con un aumento interanual del 12,8%.
La evolución desigual de la recaudación de impuestos relacionados con la actividad interna (DGI) y externa (DGA) obedece en gran medida al aumento de los precios internacionales de las commodities y a la mejora de intercambio comercial, en comparación con los magros niveles de inicios de la pandemia.
Pero también debe tenerse en cuenta la modificación de la política impositiva implantada por el gobierno del presidente Alberto Fernández, que a pocos días de asumir dio curso a la ley 27.541 de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
Esa norma dispuso un incremento de las alícuotas de los derechos de exportación, llamados vulgarmente "retenciones", y de la tasa de Estadística, que determinaron que los ingresos por comercio exterior hayan mostrado en julio un incremento porcentual interanual que más que duplicó al de los tributos vinculados al mercado interno.
La inflación sigue muy sostenida. Los precios habían subido 3,2% en junio; 25,3% en el primer semestre y 50,2% en los últimos 12 meses. Desde octubre de 2020, la inflación mensual se mantiene arriba del 3%.
La meta de 29% que planteó oportunamente Martín Guzmán en el Presupuesto 2021, cuando lo presentó en el Congreso, podría terminar sepultada en el mes de agosto.
Si bien hubo una baja con respecto a los pasados meses de marzo y abril (4,8% y 4,1%, respectivamente), los registros observados en un contexto de uso intensivo de anclas nominales (dólar y regulados) reflejan la tenacidad del proceso inflacionario y el fracaso del Gobierno en dominarlo.