Editorial

Inflación pesada

Se sabe desde siempre, la inflación pega mucho más fuerte en los que menos tienen, en los que más ayudan necesitan para tratar de tener una vida digna. Sin embargo, cuando de luchar contra la inflación se trata, invariablemente son los que menos tienen los que deben afrontar las restricciones más severas, tal vez por una simple condición de menor disponibilidades.

Un caso muy concreto y a la vez descriptivo lo tenemos con lo ocurrido en el mes de diciembre pasado en la Capital y Gran Buenos Aires -la región más poblada de la Argentina-, donde el costo de la denominada "canasta básica de pobreza" registró una suba de 4,1% frente a la inflación promedio de 3,1%, tomando en ambos casos mediciones oficiales del INDEC. Si se busca ampliar algo más la comparación, vayamos entonces a todo el año 2017 completo, donde en el citado lugar el aumento anual de esa canasta fue de 26,8% contra una inflación general anual de 24,8%, es decir, dos puntos de diferencia que castigaron más duro a los más necesitados. Queda claro.

Por otra parte tenemos que el incremento de 4,1% de diciembre fue el más elevado de todo el año, lo que sin dudas es una muy mala señal para este año recién iniciado para el cual el gobierno había previsto una inflación de 15% en todo su recorrido, aún habiendo ampliado nada menos que 5 puntos a las apuradas y una vez que se había presentado el presupuesto correspondiente.

En base a estos porcentajes agregados, tenemos entonces que una familia tipo -matrimonio y dos hijos en edad escolar- de Capital y el Conurbano necesitó el citado mes 16.677,44 pesos como mínimo para no caer debajo de la línea de la pobreza. En definitiva fueron 3.521,61 pesos más que en el mes de diciembre de 2016. 

Según analiza el especialista Ismael Bermúdez, los precios de la canasta básica subieron 21,7%, pero el impacto de los ajustes tarifarios en los servicios básicos, el resto de los gastos de la canasta básica aumentaron mucho más, llevando en consecuencia la suba total por encima del promedio inflacionario, lo que valió tanto para el mes de diciembre como el total del año pasado..

Mientras tanto, en la ciudad de Buenos Aires y de acuerdo a la medición de la Dirección de Estadística de ese lugar, la canasta básica de la pobreza para una pareja integrada por hombre y mujer mayores de 35 años de edad, ambos económicamente activos y propietarios de la vivienda, y con dos hijos de 9 y 6 años, fue en diciembre último de 16.847,24 pesos, registrando un alza anual de 23,5 por ciento. Pero en el caso de una pareja que no es propietaria de la vivienda, el aumento de la canasta llegó a 25,9%, mientras que para alcanzar la canasta total promedio, una familia tipo hubiera necesitado en diciembre tener ingresos por 21.525,88 pesos. 

Vaya coincidencia, pues todos estos datos se conocieron casi simultáneamente cuando el presidente Mauricio Macri realizaba la gira por Europa en su carácter de flamante presidente del G-20, anunciando que el objetivo central de su gobierno sigue siendo crecer económicamente para bajar la pobreza. De todos modos aquello de "pobreza cero" apenas asumió este gobierno, hace rato quedó en el olvido.

El último dato oficial del INDEC sobre pobreza data del mes de septiembre, correspondiente al primer semestre de 2017, que arrojó que la pobreza alcanza al 28,6% de la población, lo cual significó una baja de 4 puntos en la medición interanual ya que en septiembre de 2016 estaba en 32,2%.

En este momento la polémica está instalada sobre los sistemas que se utilizan para las mediciones, partiendo del gran cambio con el actual gobierno respecto a difundir todo lo de la pobreza desde el INDEC, lo cual había interrumpido el gobierno kirchnerista -incluso dando algunas cifras ridículas que se alejaban totalmente de la realidad-. Es que la Universidad Católica Argentina, que siempre gozó de credibilidad, ahora cambió el método y según el mismo la pobreza está en 31,4%, más elevada que la del INDEC, si bien admitió el organismo universitario que de mantenerse el anterior sistema de medición estaría más baja.

Autor: REDACCION

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