Los dos extremos de la inflación total del año pasado fueron la oficial del INDEC con 10,5% y la conocida como "índice Congreso" con 25,8%, que si bien es difundida desde el Congreso tal como su nombre lo indica, es el resumen de la medición de las consultoras privadas, que hacen públicos sus trabajos por este medio para evitar la sanciones -multas que llegan hasta los 500.000 pesos- que les eran aplicadas desde el área de Comercio Interior. Pero eso no es todo, en el medio de ambas se ubicó otra medición oficial, en este caso la correspondiente a la provincia de Santa Fe mediante la intervención del IPEC (Instituto Provincial de Estadísticas y Censo), que registró para todo 2012 el intermedio índice de 17,7% para la ciudad de Rosario y 17,9% para Santa Fe.
Desde aquí no se juzga ninguna de las metodologías implementadas en las tres mediciones de las que damos cuenta, pero salta a la vista que en algunas de ellas, o bien en todas, hay errores, pues de otra manera no pueden ser tan disímiles los resultados. Suele decirse que la verdad se encuentra siempre en el medio, nunca en los extremos, aunque no da la impresión de ser aplicable en este caso de la inflación santafesina, aunque exista allí una primera diferencia a considerar, pues en tanto en los otros dos casos se trata de la inflación a nivel país, en el caso Santa Fe lo es sólo de un distrito.
De todos modos, como aquí en Rafaela formamos parte de la provincia, es que se tiene la impresión que esta inflación anual de 17,7% para todo el año se encuentra muy desactualizada, ya que la realidad contradice esa medición, planteándose de tal modo una polémica que viene de año respecto a lo que hace el INDEC y las consultoras privadas, incluso los entes provinciales, que poco a poco se fueron retrayendo, algunos directamente dejando de realizar las mediciones y otros, como en este caso Santa Fe, aproximándose más a los datos oficiales.
Las repercusiones escuchadas respecto a este bajo nivel inflacionario, fueron muy negativas, de modo especial las escuchadas aquí en nuestra ciudad, donde sólo el nivel de precios estuvo promediando el 30% de aumento, no por sensación, sino por los datos relevados por una consultora local.
En carne sigue la caída
Desde hace más de una década las exportaciones de carnes de nuestro país no dejan de caer, a la vez perdiendo mercados en el mundo. Todo exactamente al revés de países vecinos como Brasil, Uruguay y Paraguay, que en ese tiempo no aparecían siquiera en las posiciones destacadas de los exportadores cárnicos, y ahora nos han superado en cuanto a volumen de ventas al exterior. Es que en 2012 las exportaciones argentinas volvieron a caer, esta vez 31%, alcanzando ventas por sólo 611 millones de dólares, la cifra más baja desde 2004 a la fecha, año en el cual se había vendido sólo por 606 millones de dólares, en tanto que en volumen se totalizaron 87.518 toneladas, lo cual significó un retroceso de 27% con relación a 2011, con lo cual fue el menor desde 2001 cuando se había alcanzado apenas 38.027 toneladas, aunque en aquella ocasión fue consecuencia de una epidemia de fiebre aftosa, que mantuvo durante largo tiempo cerrados los mercados.
Los principales compradores de la carne argentina fueron Chile con 26.607 toneladas y 169 millones de dólares, Israel con 20.116 y 120 millones, y Rusia con 15.089 y 65 millones de dólares. Todos los rubros estuvieron en baja, con la única excepción de la cuota Hilton, cuyos cortes enviados a Europa fueron por 21.821 toneladas y valor de 328 millones de dólares, con una suba del 8 y 7 por ciento respectivamente, en cantidad y dinero. En este caso los principales compradores fueron Alemania con 12,275 toneladas, Holanda con 4.972 e Italia con 2.862, con un valor promedio en todos los casos de 15.000 dólares la tonelada.
En cuanto a menudencias y vísceras se estuvo en baja, ya que a lo largo de 2012 se exportaron 99.578 toneladas por valor de 213 millones, una reducción de 7 y 6 por ciento respectivamente en cada uno de los rubros.
Por último, en cuanto a los niveles de ventas, digamos que las carnes procesadas estuvieron en el orden de 8.472 toneladas con valor de 37 millones de dólares, con fuerte caída de 52 y 53 por ciento en cada rubro.
Esta delicada situación que se atraviesa desde hace varios años en cuanto a la exportación de carnes, es consecuencia de las erráticas políticas oficiales aplicadas al sector, que llevaron al desmantelamiento del stock en casi 12 millones de cabezas, para sostener aquello de la defensa de "la mesa de los argentinos", lo cual no logró otra cosa que desprotegerlas. Hoy se siguen pagando las consecuencias.