La actividad industrial registró en el mes de mayo pasado su peor caída desde enero de 2009, de manera especial por el fuerte derrumbe que tuvo el sector automotor como consecuencia por la baja de las exportaciones a Brasil, aunque también hubo descensos en el sector metalmecánico y en la producción de acero y aluminio, todo lo cual estableció que se produjera la tercera caída del año, de acuerdo con los datos difundidos por el INDEC, en tanto que el Estimador Mensual Industrial registra para el lapso de cinco meses que va de enero a mayo una contracción de 0,5% en comparación con igual período de 2011.
La desaceleración que viene teniendo toda la actividad económica, tiene su correlato con la industria, tanto por factores internos como externos, que se combinan para sostener este retroceso. Analistas estiman que en esta segunda mitad del año, la dependencia de lo que ocurra con Brasil será fundamental para una recuperación, o bien para acentuar la caída, por lo cual si bien lo ocurrido hasta ahora ha sido desfavorable, de todas maneras habrá que aguardar el balance de este tercer trimestre del año, que resultará fundamental para determinar el comportamiento anual.
Sin dudas, y tal como se señala, la merma de nada menos que 21,2% de la industria automotriz durante el pasado mes de mayo resultó fundamental para este retroceso, ya que -debe recordarse- desde el comienzo de la expansión estos últimos años, el sector automotor había sido el gran traccionador del crecimiento. Ahora, para tratar de compensar la caída de ventas al Brasil, se está gestionando la posibilidad de exportar a otros de la región como Venezuela, Ecuador y Colombia, aunque hasta el momento el resultado no ha sido positivo.
De todos modos, es importante de resaltar, aunque la industria está en retroceso en estos primeros cinco meses del año, aún no ha tenido impacto en la caída del empleo, aún cuando algunas compañías del sector hayan dispuesto algunos breves programas de suspensión. Un tema que hay que seguir muy de cerca, ya que se trata de la actividad que genera más puestos de trabajo en forma directa con 1,5 millón. De comenzar a caer el empleo, entonces sí la gravedad será manifiesta, tratándose de una consecuencia que, de no darse alguna alternativa favorable que permita alcanzar soluciones, será poco menos que inevitable.
Bueno: más préstamos
Entre toda la andana de malas noticias dentro del ámbito económico y financiero, con la mayoría de índices en baja, en este caso se debe destacar una novedad en sentido contrario. Se trata de la recuperación del crédito al sector privado, que mostró tal sintonía durante el mes de junio, ya que según el balance del Banco Central -con el citado mes aún sin completar- había crecido durante el mismo 1,6% y 42,8% en términos anuales. Lo cual, traducido a masa dineraria, significa 4.200 millones de pesos de aumento de los créditos al sector privado.
De acuerdo con el informe las líneas de mayor dinamismo fueron las comerciales, sector que concentró la mayor parte de las nuevas financiaciones. Liderando el crecimiento aparecen los adelantos en cuanta corriente con 4.382 millones respecto al cierre de mayo, con suba de 11,8% mensual y 45,2% anual. Por este motivo, dichas financiaciones pasaron de significar el 12% a comienzos de año al 15% en el mes de mayo.
Los créditos personales, tal vez la posibilidad que más interesa en forma directa a la población pues es la forma de financiación a la que muchos tienen acceso, ganaron en participación pasando del 21,7% al 23,8%, con una expansión en dinero de 324 millones.
En cuanto a los créditos hipotecarios, otro rubro de mucha sensibilidad en la población pues para quienes cuentan con determinada cantidad de ingresos familiares les significa la posibilidad del techo propio, registraron en cambio desaceleración, aunque aumentaron 197 millones de pesos, un monto que va en retroceso mes a mes. Como es para construcción de viviendas, la cantidad total da cuenta de la escasa significación que alcanza.
Aunque con altibajos, resulta positivo que los préstamos al sector privado, en líneas generales hayan tenido una marcada recuperación, ya que ello trasunta movilidad al mercado, recordándose que justamente el consumo fue el más importante sostenedor de la expansión económica total.