La fragilidad de la economía argentina no es un secreto ni mucho menos, los indicadores oficiales y de consultoras especializadas retratan con crudeza la situación de inestabilidad en la que cientos de empresas están al borde de un precipicio, al igual que miles de puestos de trabajo que penden de un hilo cada vez más delgado. Si en los últimos meses se han bajado persianas ante la imposibilidad de resistir la crisis, en los próximos meses habrá nuevas víctimas de no darse una reacción en el corto plazo.
Uno de los sectores que está en medio de la tormenta económica es el mercado automotriz. Si las familias argentinas tienen dificultades para poner alimentos en su heladera, están muy lejos de poder cambiar su automóvil en el caso de que lo tengan. El reciente informe del INDEC muestra que la industria automotriz registró en octubre un nivel de utilización de la capacidad instalada de 43,2%, inferior al de octubre de 2018 (45,9%), originado en la disminución de la cantidad de unidades fabricadas por las terminales automotrices.
La radiografía fresquita elaborada por la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) es contundente: en noviembre apenas de ensamblaron 27.099 vehículos, 14,9% menos que en octubre y 26,2% menos que en igual mes de 2018. Comparando once meses del 2019 con respecto a 2018, se registró una disminución del 32,7%”: fueron 446.174 en 2018, 300.263 en 2019 y la diferencia fue de nada menos que 145.911.
Las terminales que nuclea Adefa fabricaron, en noviembre pasado, menos de 10.000 automóviles: 9.798. Fueron 1,6% más que en octubre, pero 12,9% menos que en igual mes de 2018. En el acumulado hasta noviembre, apenas se fabricaron 103.680 automóviles, lo que representa una caída del -49% interanual.
Entre los vehículos de mayor porte, la situación fue peor. El total ascendió a 17.301, 22% menos que en octubre y 32,3% menos que en 2018. En el acumulado, se armaron 196.583 utilitarios, 19,1% menos que en 2018.
El cuadro bajista se completa con exportaciones en retracción. El mes pasado, tuvieron un descenso del 7,3% con relación a octubre y una baja del 31,2% con relación a igual mes del año anterior. Comparando once meses del 2019 con respecto a 2018, se registró una baja del 16,7%, informó Adefa. En volumen, se exportaron 205.283 vehículos, 41.130 menos que en 2018. La retracción obedece casi exclusivamente a Brasil, principal destino, puesto que las ventas hacia allí cayeron 33.305 en 2019. El mercado de autos en Brasil está creciendo, pero es cada vez más cerrado, alertaron desde Invenómica en lo que constituye un dato que Argentina debe tener en cuenta. Por tipo de vehículo, las exportaciones de automóviles caen 38,1% en 2019 mientras que las de utilitarios se sostienen más y bajan solo 2,1%. En volumen, se exportaron 61.636 autos y 143.647 utilitarios.
Por último, las ventas mayoristas a la red fueron de solo 22.900 unidades en noviembre, una baja del 15,8% respecto de octubre y un descenso del 30,8% con relación a igual mes del año pasado. Comparando once meses del 2019 con respecto a 2018, se registró una baja del 46,1%.
El presidente de Adefa, Gabriel López, destacó el trabajo conjunto de todos los eslabones de la cadena de valor en una visión y plan de consenso para asegurar una industria automotriz sólida en el largo plazo. Más allá de gerenciar la coyuntura, la entidad trabaja intensamente en la sustentabilidad de largo plazo de la industria. En ese sentido, el Plan Estratégico 2030 que desarrolló en consenso toda la cadena de valor permite preparar al sector en Argentina para enfrentar los desafíos de la transformación de la industria global y continuar impulsando el desarrollo del país, dijo el ejecutivo.
En lo que hace a expectativas, en las terminales creen que la recuperación del sector será lenta y que 2020 sólo mostrará una leve mejora con relación a 2019 tanto en producción como en ventas. En este contexto, la semana pasada la Asociación de Concesionarias de Automotores (Acara) solicitó al presidente Alberto Fernández la declaración de la emergencia económico-financiera por 365 días para la comercialización de autos, motos, camiones y buses a raíz de la "dramática situación" que atraviesa la actividad con una caída de hasta 50% de la demanda interna.
Acara es una entidad que reúne a más de 1.500 concesionarios activos, entre automotores y motovehículos, que emplean a mas de 75.000 trabajadores de alta calificación, que equivale, a nivel nacional, al 1% del total de puestos de trabajo registrados del sector privado.