SAO PAULO, 13 (AFP-NA). - Mientras líderes religiosos de varias partes del mundo enviaron mensajes por la paz para la Copa del Mundo de fútbol, la policía lanzó gases
lacrimógenos, balas de goma y bombas de estruendo para dispersar
manifestantes antiCopa en Sao Paulo, donde se inauguró ayer el Mundial Brasil 2014.
El Papa Francisco, un reconocido fanático del fútbol, envió un mensaje en vídeo para la apertura del Mundial, en el que pidió que la Copa del Mundo sea "una fiesta de solidaridad entre los pueblos". Sin embargo, un centenar de manifestantes, muchos del colectivo anarquista
Black Bloc, vestidos de negro y con el rostro cubierto, rompieron
carteles de señalización, semáforos y montaron barricadas en
llamas en una céntrica avenida.
Lanzaron botellas de cerveza y piedras contra la policía, que
los dispersó con gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de
estruendo.
Los manifestantes buscaban acercarse lo más posible al estadio
Arena Corinthians, donde el Mundial se inaugura a las 17h00 (20h00
GMT) ante más de 60.000 hinchas y 12 jefes de Estado y de Gobierno.
Los enfrentamientos tuvieron lugar luego de que policía utilizó
balas de goma y gases para dispersar otra protesta más pequeña
cerca de la estación de metro Carrao de Sao Paulo.
Ese grupo, que llevaba una pancarta que rezaba "Si no tenemos
derechos, no habrá Copa", también quería marchar hacia el estadio,
pero la policía de choque, equipada con grandes escudos, los
dispersó antes del arranque.
HERIDOS
Dos periodistas de la televisión estadounidense CNN fueron
heridas levemente en un brazo y en una muñeca mientras cubrían la
protesta al recibir el impacto de una granada de gas lacrimógeno
lanzada por la policía.
El portal de noticias G1 de Globo informó que un total de cinco
periodistas resultaron heridos en la manifestación: dos de CNN,
uno de la agencia AP, uno de la televisión francesa y uno de la
televisión brasileña SBT en tanto que al menos un manifestante enmascarado también fue lesionado.
En tanto, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien aspira a la reelección en el cargo este año, fue insultada por miles de simpatizantes en el estadio minutos antes del inicio del partido entre la Selección local y Croacia. La mandataria es cuestionada por destinar miles de millones a la organización del Mundial y "postergar inversiones en escuelas, hospitales y medios de transporte".