Suplemento Economía

Implementación de nuevas tecnologías en la empresa

Las empresas se enfrentan continuamente al reto de la competencia global, existe un creciente reconocimiento del papel central de la tecnología como determinante de su éxito. Como resultado de esto, se ha acelerado la adopción de nuevas tecnologías y, también, la introducción de productos tecnológicamente sofisticados. Así, quienes estén alerta acerca de la necesidad de desarrollar estrategias tecnológicas deben tener en cuenta que las mismas deben ser consistentes y estar integradas en sus estrategias generales de negocio.

Las PYMES deben formularse estrategias de trabajo para realizar un buen uso de las nuevas tecnologías garantizándose así su supervivencia en el mercado teniendo un respaldo tanto en calidad como eficiencia.

Las compañías que se encuentran utilizando los nuevos avances tecnológicos tienen un incremento de productividad, mejora la explotación de conocimiento, facilita los procesos de toma de decisiones y aumenta la competitividad en el entorno nacional e internacional.

El despliegue efectivo de recursos tecnológicos ayuda a construir una ventaja competitiva que mejora los resultados y determina la posición de la empresa. Es decir, le otorga una característica diferencial respecto de sus competidores, que le confiere la capacidad para alcanzar rendimientos superiores a ellos, de manera sostenible en el tiempo. Esta se puede producir, de las siguientes formas:


1. Mediante un liderazgo continuo en innovación tecnológica que posibilite una perpetua reinvención de ventajas tecnológicas.


2. Lograr ventajas por ser el pionero, lo que generará barreras de ingreso para los competidores.


3. Integrar la tecnología en la organización de tal forma que se produzca una valiosa y sostenible complementariedad con el resto de recursos de la empresa.


A medida que la tecnología de la información se extiende, las posibilidades de aprovechar las ventajas de un nuevo ámbito de competencia se incrementan, por lo que las empresas que tienen un ámbito de actuación amplio pueden, cada vez con más facilidad, atender segmentos diferentes. Pero hoy en día, sabemos que esto también se cumple para las empresas pequeñas, que pueden aprovechar la tecnología, (Internet suprime obstáculos creados por la geografía, las zonas horarias y la ubicación) para competir más fácilmente en el mercado mundial poniendo a disposición de sus clientes una mayor variedad de productos, servicios e información.

Es importante que las empresas ya sean grandes, medianas o pequeñas se encuentren a la vanguardia en el uso de tecnologías, adaptando cada caso a la realidad personal, a las capacidades, y a la realidad sectorial en cuestión. Asimismo, deben hacer uso dentro de su operativa diaria de la tecnología, de los sistemas y procedimientos que le permitirán estar en la cresta de la ola, y podrán realizar lo mismo que hacían ayer, pero de una forma mejor, o de una forma más efectiva y más eficiente para crecer y sobresalir en su ámbito.

Por todo ello, antes de incorporar tecnologías en una empresa deben llevarse a cabo una serie de consideraciones: determinar las actividades internas y externas de la empresa; seleccionar las tecnologías realmente necesarias para la empresa, para lo cual es necesario conocer las tecnologías disponibles en el mercado y cómo pueden contribuir cada una de ellas a la buena marcha de la empresa en cualquier aspecto (reducción de costes, aumento de la eficiencia en alguna/s tarea/s, etc.). Así como también debe conocerse los requisitos y costes de su implantación. Luego, se debe diseñar e implementar las tecnologías pertinentes de forma eficiente: esto implica comprender que la implementación de estas supone unos costes, una curva de aprendizaje y, en muchos casos, incluso requiere un cambio parcial en la cultura de la empresa para conseguir unos objetivos bien definidos a medio-largo plazo.

Podemos hacer énfasis en que las nuevas tecnologías han traído más que nada beneficios a las empresas, pero es importante que estas se integren, modifiquen y complementen la estrategia global y al proceso de negocio.

Autor: Germán Ciceri

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