Ilustro para no olvidar fue una iniciativa de documentación, investigación y registro encabezada por la arquitecta Natalia Karbabian que planteó ilustrar aquellas arquitecturas patrimoniales demolidas o que se encuentran en riesgo dentro de la ciudad de Buenos Aires. Actuando como fuente de testimonio y denuncia, este proyecto artístico buscó honrar a estas arquitecturas de valor patrimonial (arquitectónico, cultural y emocional) que definen identidad, pertenencia y relato de la historia, entendiendo a la ciudad de Buenos Aires como ese crisol que representa una mezcla de tiempos, culturas y clases sociales.

Natalia Karbabian (NK): Ilustro para no olvidar es el nombre de esta pulsión que me baja en una noche, sin plan alguno, después de un día en el que veo demolerse las casonas de Olazabal y Vidal. Casonas que el arquitecto italiano Alfredo Olivari había proyectado y construido en el año 1888, que se mantenían en pie, vivas, y conformaban parte del espíritu y esencia del barrio de Belgrano.

Ese día se condensó todo lo que fui percibiendo y acumulando durante el 2021 mientras caminé nuestra ciudad de Buenos Aires, en una mezcla de sensaciones y emociones que van de la incertidumbre a la impotencia. No daba crédito ni encontraba razón coherente a tanta pérdida irreparable. Jamás había visto tantos carteles de venta que anunciaran "oportunidad lote en venta" habiendo una belleza viva detrás… o ventas de 2 o 3 parcelas contiguas. Ese día llegué y me senté a dibujar las casonas. Ese día, el 6 de junio del 2022 nació Ilustro para no olvidar y no paré de ilustrar.

La red fue creciendo exponencialmente. La ciudadanía se sentía interpelada por esta manifestación que también era su voz, y no tardó en llegar la conexión con las organizaciones civiles y vecinales que vienen bogando por la esencia y calidad de sus barrios hace tiempo.

Por día recibo cantidad de datos específicos sobre demoliciones recientes y arquitecturas en venta como "lote"… Registro en carpetas: demolidas y tapiadas. Hoy son más de 250.

Desde tu perspectiva, ¿cuál es el rol que cumple la arquitectura patrimonial en las ciudades?

NK: Las ciudades nacen desde el pensamiento - intención. Luego se van expandiendo en las proyecciones de quienes las habitarán. La arquitectura es una forma de manifestación y lenguaje de nuestros modos de habitar y comprender la vida en diferentes tiempos determinados de la historia. Una forma de piel que habitamos y nos habita.

Nuestra vida transcurre en los escenarios de esa piel, nuestra ciudad. Sus tiempos, sus formas y costumbres, nos interpelan y entonces hay un ida y vuelta sutil, inefable e intangible, en el que vos la vivís, pero te vive, y que, al mismo tiempo, también modificas, la afectas.

Hacia donde queremos "evolucionar" implica tener claro nuestro origen (gen original). Además de ser una forma de gratitud y honra. Podemos proyectar nuevos modos de habitar y responder a necesidades actuales con compromiso de estima, conciencia habitacional y planetaria, respetando el origen y el propósito de ciudad antigua, pues habría una intención de fondo que actuaría como estructural en las decisiones políticas. Entonces pasado, presente y futuro reúnen pertenencia e identidad.

La arquitectura patrimonial, personalmente la siento presente en varios planos: en el arquitectónico indiscutido por la academia, en el cultural y en el emocional. Podes recorrer arquitecturas de Bereterbide, Desplats, Kalnay, Clorindo, M.R. Álvarez y mucho más, desplegando sus genialidades y saberes, y también podés recorrer al tano que llegó, sobrevivió y levantó su casa chorizo.

Y así, se va conformando el patrimonio que también es cultural y emocional, que nos define y que es un legado, una herencia, por ende, un derecho y una obligación. Estas formas de patrimonio necesitan ser discutidas, habladas y reflejadas en leyes.

¿Qué otras iniciativas crees que podrían llevarse a cabo en la ciudad de Buenos Aires para recuperar el patrimonio arquitectónico?

NK: Contar, hablar del tema, mostrar, así como lo estoy haciendo en ilustraciones, es una forma.

Me parece importante poder acerar herramientas tangibles y reales que tenemos como ciudadanos/as y usarlas. Estamos viendo cómo se demuele la historia y a veces no sabemos que hacer (no solo en la ciudad de Buenos Aires). Por eso es que con entidades civiles como Basta de Demoler, estamos pensando en algún video didáctico – explicativo. Para que todos podamos accionar y reclamar o denunciar.

Salir a la calle en forma pacífica, desde el cariño que le tenemos a la ciudad, me parece una opción siempre. Por ejemplo, se me ocurre hacer como una noche del patrimonio perdido, proyectando en simultáneo todas las ilustraciones de las arquitecturas demolidas… o las fotos, con relatos o anécdotas. O que se apaguen todas las luces de la ciudad y se enciendan luces solo en las demoliciones que tuvieron lugar desde el 2018, posterior cambio de Código urbanístico. Nos sorprenderíamos. Se me ocurren tours o recorridos a partir de cuentos o novelas de escritores argentinos…

Todos estos ejemplos no van a recuperar lo perdido. Si honrarlo y recordarlo. Sí, pueden servir para no perder más. Para no des-identificarnos más.