Editorial

Iglesia y el poder

La Iglesia, que viene puntualizando diversas situaciones que revisten cierta irregularidad a través de mensajes y pronunciamientos del Papa Francisco, que aunque no estén directamente dirigidos a la Argentina así pueden interpretarse, ahora sumó también un mensaje de la Pastoral Social del Episcopado, merced a un documento en el cual, con importante desarrollo de argumentaciones, reclamó lo que puede sintetizarse como "la división de poderes". Justamente, apuntando a la embestida que lleva adelante el gobierno nacional contra la Justicia, tratando de lograr el sometimiento de la misma, fracasada en primera instancia por el fallo adverso de la Corte Suprema respecto a la inconstitucionalidad de la norma aprobada en el Congreso, aunque ensayando desde ese mismo momento algunas nuevas metodologías, como por caso el proyecto para quitarle al máximo organismo del Poder Judicial el manejo de su propio presupuesto, con lo cual -de conseguirse- se inmovilizaría prácticamente a todo el aparato, generándose una situación de muy complicada resolución.

El órgano de la Iglesia católica, reunido recientemente en Mar del Plata tuvo un muy claro pronunciamiento en el sentido aludido, abogando por sobre todas las cosas de la necesaria e indispensable independencia que debe tener el Poder Judicial, sosteniéndose que "debemos seguir trabajando con gran empeño para asegurar la plena vigencia de la división de poderes republicanos en el seno de la democracia".

Algunos de los párrafos realmente destacados del documento establecen muy claramente la posición de la Iglesia y los principios que defiende, afirmando por ejemplo "una auténtica democracia no es sólo resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre". Tras ratificar el convencimiento que la calidad institucional es el camino seguro para lograr la inclusión social, se sostiene que "el Santo Padre recuerda el papel central de la persona humana en todo el ordenamiento político, judicial y social, para que el sistema democrático halle en el necesario patrimonio de valores humanos y espirituales una guía para su acción política".

Justamente, tales alusiones del Papa reiteradas en el reciente documento de los obispos de la Pastoral Social, son en un mismo plano que otras que tuvieron aquí muy fuerte impacto, como por ejemplo con sus alusiones a la corrupción, que si bien tuvieron un alcance generalizado, para nadie puede haber pasado desapercibido el direccionamiento que tenían hacia el momento que en ese aspecto está viviéndose en la Argentina.

Las deliberaciones de los obispos se desarrollaron en torno al tema "Democracia, equidad y desarrollo social", en torno a las tres décadas de democracia que se cumplirán el próximo mes de diciembre, aunque focalizándose en algunas situaciones muy puntuales que se encuentran en este momento en el centro de la escena. Es por esas razones que el documento establece en su parte de cierre "hemos puesto el acento en tener una memoria agradecida por estos 30 años de vida democrática, en un camino de creciente afirmación de sus principios", aunque también señala que "a la vez mencionamos situaciones pendientes, pero con una mirada esperanzada en la medida que los argentinos seamos capaces de incrementar el diálogo y la amistad social, en firme compromiso con los pobres". Se advierte también aquí una similitud muy precisa en cuanto a los dichos del Papa Francisco, quien en varias ocasiones reclamó diálogo, confraternidad social y luchar contra la pobreza. Fue contundente cuando expresó que no aspiraba tener una Iglesia rica rodeada de pobres.

Lo que se advierte, es que luego del intervalo de la ríspida situación que existió todo este tiempo entre el Gobierno y la Iglesia debido a la designación de Jorge Bergoglio en El Vaticano, puede volver a generarse un distanciamiento, ya que todas estas puntualizaciones tienen en el gobierno a un muy claro destinatario, en especial por las metodologías utilizadas. Es que, una vez más fue calificado el habitual estilo confrontativo del kirchnerismo, que obstaculiza la búsqueda del fortalecimiento de las instituciones.



 

Autor: REDACCION

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