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Ides Kihlen: "El arte es la vida misma"

Pronta a cumplir 105 años el 10 de julio, Ides Kihlen, probablemente la artista en actividad más longeva de la Argentina, será el foco este año de una batería de homenajes que incluyen muestras de obra inédita atesorada por décadas en galerías y museos de Argentina, Estados Unidos y España, intervenciones y proyecciones de gran formato en la vía pública, un doctorado Honoris Causa y un registro audiovisual, a medio camino entre lo poético y archivístico, que logra dar cuenta de su extensa y singular trayectoria.
"El arte es para mí la vida misma, lo hice durante 80 años sin que nadie viese mi obra", dice Ides en su casa taller del barrio porteño de Recoleta, adonde, aunque con contadas e íntimas visitas producto de la pandemia, la acción no cesa y la rutina es insoslayable. 
Todo eso está en los videos que el artista Dardo Fabián Flores viene trabajando hace ya años. Un trabajo meticuloso, reflexivo, para dar contexto a la obra de Kihlen, quien ingresó en forma tardía y aleatoria a la arena artística, hace 20 años, a sus 85, cuando un galerista que fue a su casa a tasar unos cuadros de Fernando Fader terminó comprando cuadros hechos por ella.
La Cárcova exhibirá "Retratos de un pasado presente", obra de formación, de 1957 a 2022, curada por su director, Rubén Betbeder, que coincide con su paso por la escuela. "Algunas son figurativas aunque una de las curiosidades de Ides es que a lo largo de toda su carrera tuvo un desdoblamiento, en paralelo pintaba abstracto”, dice Flores.
Ides recuerda a ese espacio con particular cariño: “Allí transcurrió una época de gran aprendizaje de la mano de maestros que aún hoy atesoro en mi memoria, como De Ferrari, Kenneth Kemble y Oski (Oscar Conti). Jamás hubiese soñado con recibir un premio tan importante, que coincide con la celebración de los 150 años de la escuela. Fue una grata sorpresa porque además de aprender y trabajar había espacio para la diversión -cuenta-. Nos reuníamos muchas veces a pasar el día, hacíamos experimentos de cómo fabricar nuestra propia pintura, siempre teníamos alguna nueva idea en mente. Éramos amigos además de compañeros de estudio. Esa escuela fue para mí como mi propia casa”.
Nacida en 10 de julio de 1917 en Santa Fe, Ides pasó su infancia entre Corrientes y Chaco. En Buenos Aires estudió en la Escuela de Artes Decorativas que dirigía Pío Collivadino, fue discípula de Vicente Puig e hizo talleres con Emilio Pettoruti, André Lhote en París y Batlle Planas, quien le dejó una fuerte impronta. Se interesó más por los procesos del arte que por los resultados, más por el oficio que por la profesionalización de ese arte, y eso complejizó el trabajo de recuperación actual: no hay fechas ni títulos en sus lienzos, muchos fueron destruidos, otros reutilizados para hacer nueva obra.
Este gran ciclo de homenaje, que tendrá como cierre una muestra en el Palacio Duhau, del 15 de diciembre a febrero de 2023, puede llevarse a cabo gracias a la colaboración de Ingrid González Monteagudo y Silvia Kihlen, hijas de la artista, quienes tienen acceso a todo su cuerpo de obra.
 ¿Qué te generan estas distinciones?
Ides Kihlen: El reconocimiento me llena de alegría y orgullo pero no hubiese modificado mi recorrido artístico. El arte es para mí la vida misma, lo hice durante 80 años sin que nadie viese mi obra, no necesite de la mirada ajena para poder crear, eso es algo que viene de mi interior. Cuando a los 80 mi obra salió al mundo, no niego que me alegró que haya sido valorada, pero no es el motor de mi creación artística.
¿Qué significó pintar a lo largo de tu vida?
La pintura es un ejercicio de expresión intelectual y espiritual. Sin embargo el estudio, la formación académica y el trabajo son imprescindibles para adquirir la técnica necesaria. Esto hace la diferencia.
Recién a los 85 mostraste por primera vez tu obra ¿Qué significó para vos que una institución reconociera tu arte a la hora de volver al solitario del taller?
En realidad nunca salí del solitario de mi taller. Solo de a ratos para estar presente en los eventos que se iban suscitando, pero mi trabajo diario nunca cambió y mi taller sigue siendo mi lugar especial en el mundo.
Si tuvieras que repasar tu vida de una manera tramposa, abreviándola a unos pocos hechos esenciales ¿Cuáles destacarías?
El descubrimiento del arte, la llegada al mundo de mis hijas y mi nieta y poder llegar a los 105 años haciendo lo que más me gusta en la la vida.
¿Qué significa a tu edad la vejez?
No pienso en la vejez. La edad no me impide continuar haciendo aquello que es mi pasión. Tengo proyectos, siempre pienso a futuro, nunca digo no puedo, solo lo hago. 
 

Autor: REDACCION

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