LA PAZ, 9 (AFP-NA). - Choques por el control de rutas
y ataques con dinamita, que destruyeron un puente y dejaron más de
cien detenidos, marcaron este miércoles el tercer día de huelga de
la mayor central sindical boliviana contra el gobierno de Evo Morales.
El gobierno hizo reiterados llamados al diálogo y mostró
flexibilidad presentando una nueva propuesta que mejora las rentas
de jubilación, pero la dirigencia sindical mantuvo su negativa a
reunirse con otras autoridades que no fuera el presidente Morales.
En la tercera jornada de la huelga convocada por la Central
Obrera Boliviana (COB), que demanda mejoras en las rentas de
jubilación, la policía detuvo a más de 100 personas que
"provocaban a la policía, agredían a los ciudadanos con dinamita y
causaban destrozos en la propiedad pública", explicó el ministro
de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
El mayor conflicto se registró en el poblado andino de
Caihuasi, en la ruta al occidente del país, donde los
manifestantes mineros cortaron la ruta, mientras en La Paz
trabajadores de la salud y maestros desarrollaban esporádicas
manifestaciones.
Los mineros, "hicieron volar el puente que une Caihuasi con
Caracollo y la infraestructura quedó totalmente intransitable",
según el comandante nacional de la Policía, general Alberto Aracena.
Por el gobierno, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón
Quintana, reiteró el llamado al diálogo a la COB, cuya dirigencia
lo rechazó de plano y amenazó con extender la protesta a las
ciudades. La COB pide una renta de jubilación equivalente al 100% del
total ganado para todos los trabajadores bolivianos, mientras que
el ministro de Hacienda, Luis Arce, desestimó la solicitud
alegando que colapsaría el sistema previsional de seguridad social
de largo plazo.