Sociales

Hoy se celebra el Día Mundial del Agua

Tomar conciencia sobre la finitud del recurso del agua es una ardua tarea, sobre todo en ciudades que están bordeadas por ríos. Mientras que la mayoría del agua en el planeta se encuentra en casquetes polares y glaciares o en forma subterránea, sólo el 3% es agua dulce y los ríos reservan nada más que el 0,0002% del total de agua en la Tierra. Rosario, abrazada por el río Paraná, parece ser un claro ejemplo de esta escasa conciencia sobre el consumo de este bien teniendo un promedio por habitante de 550 litros de agua por día, mientras que en Argentina se consumen 400 lts diarios por habitante.

La naturaleza está exigiendo a los seres humanos que cambien sus hábitos cotidianos e implementen sistemas sustentables de aprovechamiento del agua para disminuir su consumo y fundamentalmente evitar su derroche. Numerosos son los consejos que invitan a cambiar acciones diarias que al estar naturalizadas se las ejecuta sin reflexión como por ejemplo: dejar regadores abiertos, mantener abierta la canilla cuando se lavan los platos o los dientes, dejar correr el agua en la bañera antes de ducharse.

Pero, además del uso doméstico que representa sólo el 10%, la agricultura (70%) y la industria (20%) demandan el resto del agua dulce disponible y por ello cumplen un rol fundamental en la gestión responsable de este recurso natural.

Del total de agua que se aplica para riego, un 25% se pierde al aplicarla en el terreno, un 15% en su distribución, otro 15% en el sistema de riego y sólo el 45% del volumen de agua empleado llega al cultivo. En este sentido es necesario que un uso eficiente del agua, especialmente en los sistemas de riego, se dirija a maximizar su aprovechamiento pero siempre bajo una perspectiva sustentable que guíe la utilización de este bien.


EL MUNDO TIENE SED

Hoy en día hay 7.000 millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que habrá otros 2.000 millones para el año 2050. Las estadísticas indican que todas las personas beben de 2 a 4 litros de agua a diario, sin embargo, la mayor parte del agua que «bebemos» está incorporada en los alimentos que consumimos: producir 1 kilo de carne vacuna, por ejemplo, consume 15.000 litros de agua, y 1 kilo de trigo se «bebe» 1.500 litros.

Cuando mil millones de personas en el mundo ya viven en condiciones de hambre crónica y los recursos hídricos sufren presiones, no se puede hacer como si el problema estuviera «en otra parte». Afrontar el crecimiento de la población y garantizar el acceso a alimentos nutritivos para todos exige una serie de medidas a las que todos podemos contribuir con lo siguiente:

* Consumir productos que hagan un uso menos intensivo de agua;

* Reducir el escandaloso desperdicio de alimentos; nunca se consume el 30% de los alimentos producidos en todo el mundo y el agua utilizada para producirlos se pierde definitivamente;

* Producir más alimentos, de mejor calidad, con menos agua; y llevar una alimentación saludable.

En todas las etapas de la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores, es posible tomar medidas para ahorrar agua y asegurar que haya alimentos para todos. (Fuente: MoveRSE.org / ONU - Agua)

Autor: Redacción

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