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Hoy se celebra el Día del Joyero y Relojero: Paciencia y prolijidad, dos premisas indispensables


El 3 de noviembre es el día internacional del joyero y el relojero. El origen de la celebración es en conmemoración a Benvenutto Cellini, uno de los orfebres más destacados del Renacimiento italiano, quien nació en esa misma fecha en 1500. Hoy Mauricio de Joyería Ricserdan comparte los pormenores de este oficio.

Como todos los años, cada 3 de noviembre se celebra el Día Internacional del Joyero y el Relojero, visibilizando el trabajo realizado por todos ellos, y en conmemoración a Benvenutto Cellini, quien fue discípulo por un breve tiempo de Miguel Ángel, realizó las más diversas obras de arte gracias a sus habilidades como medallista, escultor, cincelador y joyero. Entre sus trabajos más importantes aparece el crucifijo de El Escorial que esculpió en 1562 y que Francisco de Médicis le regaló a Felipe II de España.

En Rafaela, Joyería Ricserdan es un claro ejemplo de constancia y dedicación, iniciada por Pedro Herrero en 1941, cuando trabajaba junto a dos amigos en un pequeño local frente a la Plaza 25 de Mayo sobre calle Lavalle, en la Antigua Joyería González. En 1951, bajo el nombre Joyería Ricserdan, abrió su propio comercio y taller en Av. Santa Fe 245.

Hoy Mauricio Morgante, -al frente de Ricserdan junto a su papá Rubén-, repasa lo que significa ser joyero y relojero resaltando que “para este oficio básicamente se necesita tener paciencia, tranquilidad y prolijidad. Es una profesión donde en la mayoría de los casos va de generación en generación (en nuestra familia vamos por la tercera y cuarta) y en mi caso, surgió desde la curiosidad de chico, hasta que con el correr de los años pasó a ser una necesidad el ser relojero en nuestro comercio”.

“La pasión por los relojes y joyas es sin dudas el principal motivo de permanencia de un oficio con cientos de años, en el que el principal objetivo es cuidar los dispositivos mecánicos y alhajas que dan testimonio del paso del tiempo”, explicó.

Al mismo tiempo Mauricio reconoció que “al ser hoy el celular el principal "dador de hora", la relojería a nivel mundial dio un giro y pasó a ser un accesorio más de moda, como una joya para eventos o que identifique tu estilo. “Esto nos lleva a ser un oficio más en decadencia donde el tiempo y trabajo que uno realiza en el reloj no se valora. Distinto es la relojería mecánica, (relojes de pared o pie que trabajan con la fuerza motriz de una cuerda de metal que está enrollada y al hacer presión hace que otras rueditas vayan funcionando), ahí la persona que tiene un reloj de este tipo lo valora mucho y siempre desean tenerlo en condiciones”, precisó. 

Autor: REDACCION

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