Deportivo Riestra, históricamente identificado con las categorías más bajas del ascenso, hizo su camino desde la D para recalar a fines de 2023 en primera división, en un logro que asombró al mundo de fútbol.

Después de una pretemporada muy intensa en la costa atlántica argentina que incluyó métodos casi marciales con triple turno de entrenamientos basados en una exigencia extrema que no sólo lo puso a punto en lo físico sino también en lo mental, llegó a Córdoba para enfrentar a Instituto en su primer partido en la Copa de la Liga.

La experiencia fue positiva y el punto que se llevó como visitante casi fue tomado como un triunfo por los dirigidos por Matías Modolo, que le jugó de igual a igual al elenco de Diego Dabove y hasta estuvo más cerca de marcar en la primera mitad.

En efecto, casi en la única jugada de riesgo de la primera parte, Nicolás Benegas recibió un pase filtrado y estuvo a punto de dejar atrás a Manuel Roffo, que resolvió bien y se quedó con el balón.

La Gloria se quedó con un hombre menos por la expulsión de Gregorio Rodríguez, que metió un peligroso planchazo en el cuello de Jonathan Goitia. En medio de una cancha complicada, sin posibilidad de jugar rápido y de primera, fue el local el que buscó asociarse mejor y acumular pases.

Y esa fue la tendencia en el complemento, en el que Riestra, a pesar de la superioridad numérica, prefirió esperar y buscar de contra. Recién a los 20' los cordobes contaron con una chance protagonizada por dos hijos pródigos que volvieron a casa: centro de Guido Mainero que bajó Silvio Romero de cabeza y que el propio Mainero no pudo empujar al gol.

A los 40' hubo un derechazo de Nicolás Barrientos que controló muy bien Ignacio Arce. Fue lo último en un partido con escasas situaciones que terminó con un resultado lógico por lo que se vio a lo largo del duelo.