Sociales

"Hay 10 series que marcaron a fuego a los argentinos y yo estuve en la mayoría"

BUENOS AIRES, 31 (NA). - "Hay 10 series que marcaron a fuego a los argentinos y yo estuve en la mayoría", reconoce Ariel Staltari, quien hizo su debut en la pantalla chicas con Okupas hace más de 20 años, trabajó en Sol Negro, El Puntero, Un gallo para Esculapio -unitario que también guionó- y se sumó a El Marginal en su cuarta temporada. Y aclara: "No lo digo presumiendo, pero sí desde un lugar de orgullo porque tuve la suerte de caer en esos lugares".
Su llegada a la televisión se dio en medio de su tratamiento contra una Leucemia Linfloblástica Aguda (LLA). El proceso no fue fácil, por el contrario fue doloroso y lo llevó al límite, pero logró una simbiosis entre el peor momento de su vida y su vocación. Actuar le permitía estar motivado a pesar de que la medicina no le daba buenos augurios y su enfermedad se convirtió en un motor y una experiencia necesaria para ser cada día un mejor intérprete, guionista y docente.
Y su reciente incorporación a la ficción creada por Sebastián Ortega, en la que interpreta a Bardo, el yerno de Coco (Luis Luque), el capo del penal Puente Viejo, no pasó desapercibida. No solo por la crudeza de la historia, sino por el giro dramático que tiene su personaje y una historia de amor que dio que hablar. "Enseguida me di cuenta que era un desafío importante para mí", señala en una charla íntima con Noticias Argentinas.

- ¿Cómo estás viviendo las repercusiones de El Marginal 4?

- Con mucha felicidad, era algo que me tenía bastante ansioso. Baro es un personaje que representa un desafío importante y diferente en toda mi carrera. Tuve escenas complejas y además el personaje oculta un misterio y esa procesión que el tipo tiene por dentro y toda esa cosa introspectiva que solo saca con su santo está bueno porque me permitió mostrar diferentes matices dentro de la curva dramática. Eso es maravilloso y que la gente me lo reconozca es una felicidad enorme. A veces vos querés hacer algo y la gente no lo ve, porque no te sale, no es porque la gente es zonza.

- Daniel Pacheco, quien le da vida a James en la ficción, contó que antes de la primera temporada de El Marginal se aisló en su casa durante 15 días para entender el sentimiento de una persona privada de su libertad. Más allá de que la pandemia nos obligó a todos a hacer lo mismo, ¿te preparaste de alguna manera en especial para interpretar a un preso?

- Además de actuar y escribir tengo mi escuela de actuación y a mis alumnos y alumnas les digo que a la hora de componer un personaje se tienen que investigar a ellos mismos, para saber qué tan cerca o lejos están; o cuál de todos los elementos que lo componen tienen. Cuando estoy perceptivo con estas miserabilidades, elijo hacer crecer una parte oscura que no elijo para transitar mi vida pero que es fundamental para un personaje, por ejemplo. Y lo que no tengo, lo investigo. También utilizo mis propias experiencias, como haber estado tirado en una cama de hospital durante un año, porque estuve preso y con mucho dolor y sufrimiento alrededor. Yo siempre que paso por una cárcel o por un hospital pienso en la gente que está ahí adentro, trato de empatizar con todos. Es un registro que te queda grabado. Y después, con la particularidad que tiene lo vincular de mi personaje, lo tomé con mucha seriedad y responsabilidad, porque cuando uno cuenta una historia de amor, tiene que ser responsable.

- Históricamente a las parejas entre personas del mismo sexo se las infantilizaba, estereotipaba y caricaturizaba en las ficciones. Sin embargo, en El Marginal 4 se logró mostrar una historia de amor sin caer en lugares comunes, ¿cómo ves estos avances como actor, guionista y docente?
- Cuando Sebastián Ortega y Pablo Culell me hablaron de este personaje dije: "es el sueño del pibe". Siempre hay personajes con riesgo que querés interpretar, como cuando hice un personaje que estaba en un neuropsiquiátrico en Sol Negro y con Bardo pasó lo mismo. Me pareció bueno para hacerlo con seriedad, con amor.

Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web